El Valencia suspende a Rami de empleo y sueldo una semana
El club que preside Amadeo Salvo reprende a la Grada Joven para que no devenga en un movimiento ultra
El Valencia ha decidido pactar una tregua salomónica con los abogados de Rami para desbloquear la tensa situación causada por las críticas vertidas por el defensa francés hacia Djukic y sus compañeros. Tras mostrarse arrepentido, el club presidido por Amadeo Salvo ha castigado con una semana de empleo y sueldo al jugador. Aún así, el internacional francés, que no ha sido convocado por Didier Deschamps para el partido de clasificación para el Mundial de Brasil ante Finlandia, tendrá que convencer a Djukic para volver a vestir la camiseta del Valencia. La semana anterior, el técnico serbio dijo que “era un empleado del club” y acatará la decisión que tome la entidad al respecto.
Otro asunto extradeportivo que ha marcado la actualidad valencianista en este arranque de temporada ha sido la Grada Joven de Mestalla. En demasiadas ocasiones el acudir a un estadio de fútbol no resulta un ejercicio didáctico ni educativo. Amparados en el amor y pasión a unos colores, camuflados en el anonimato del grupo, entre los aficionados de muchos clubes se infiltran personajes ultras que radicalizan el mensaje de apoyo de manera malintencionada alejado de las normas cívicas. Localizados en el fondo sur de Mestalla, el Valencia tiene en la Grada Joven, el principal grupo de animación del conjunto ché que dan color y calor al equipo. No siempre con buenas formas.
El entrenador Miroslav Djukic ha dicho al respecto que es “un empleado del club” y acatará la decisión que tome la entidad
En mayo pasado, el nuevo presidente del Valencia, Amadeo Salvo, abogó por que el club de la capital del Turia fuese un ejemplo para el mundo del fútbol. “El Valencia debe de ser un referente de fair play”, anunció Salvo. En el primer mes y medio de competición, Mestalla lo ha conseguido a medias. La visita del Barça en la segunda jornada de Liga fue un ejemplo de escaso civismo vertido por la Grada Joven, con cánticos peyorativos hacia el club catalán y sus jugadores. En un comunicado oficial emitido por el Valencia, advierte a los aficionados del gol sur y del resto del estadio, que no permitirá que el Valencia se radicalice. “El Valencia Club de Fútbol, como organizador de los partidos y responsable de la imagen y seguridad del estadio, no permitirá bajo ningún acontecimiento que la Grada de Animación o cualquier zona de Mestalla se politice, radicalice o devenga en un espacio de un movimiento ultra, totalmente contrario a los valores del club, a la seguridad y a la Ley del Deporte”.
El Valencia ha optado por el palo y la zanahoria. A la vez que reprende, también estimula para “que Mestalla sea un estadio con ambiente positivo y agradece el apoyo entusiasta de sus integrantes”. La Grada de Animación se ha quejado en reiteradas ocasiones de los excesivos controles a que son sometidos sus integrantes (unos 2.000, muchos de ellos menores de edad) cada vez que acceden al recinto valencianista. Al respecto, el Valencia entiende “que tomará las decisiones necesarias para preservar y garantizar la seguridad de los jóvenes que acuden a la Grada de Animación, en total sintonía y coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado”, contestando así a las quejas recibidas por los aficionados del sector sobre el excesivo celo preventivo a que son sometidos para acceder a Mestalla. Asimismo, el Valencia no permitirá que nadie haga uso del nombre del club para lucrarse, práctica habitual en clubes de fútbol sudamericano en el que numerosos hinchas, sin oficio ni beneficio, viven de la extorsión y el chantaje.
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