Al Betis se le resiste Europa

Sigue sin arrancar el Betis en Europa donde suma hasta el momento dos empates que le impiden encontrar un hueco cálido dentro del Grupo I. En Croacia se topó con un equipo peleón, limitado en defensa, pero suficientemente atrevido en ataque como dar algún que otro susto cada vez que descuidaba la retaguardia. El Rijeka fue valiente en su planteamiento y sacó un valioso empate dejando al Betis con la sensación de haber bebido de un cántaro agujereado. Ya se sabe que no hay reparto que contente por igual a ambas partes cuando una de ellas, como el Betis, aspira a conquistar el primer puesto de la liguilla.

No comenzó a funcionar el conjunto de Pepe Mel, que presentó nueve novedades respecto al once que derrotó al Villarreal en Liga, hasta que Salva Sevilla se hizo con el balón. A modo de embudo, el medio empezó a filtrar el juego de los andaluces, que disfrutaban del dominio del balón, aunque no conseguían sacarle demasiado provecho. De ahí que el trazo fino de Sevilla dibujase paredes, jugadas limpias dentro del área, y ayudase a descubrir las muchas carencias defensivas de los croatas.

Lástima que para averiguarlo tuviera que encajar un gol en contra. Un buen tanto cocinado en la banda derecha, donde el lateral Tomecak colocó el balón con un golpeo con el exterior de la bota derecha que remachó a la red sin dejarla caer Benko. Sabido era para los verdiblancos de los problemas al contragolpe que puede generar un equipo como el croata, de esos que muestran la patita para agarrase al envite y sorprender.

Reaccionó pronto, sin embargo, el Betis, que espoleado por el gol y gracias a los acordes de Sevilla, acertó a ordenar un barullo dentro del área del Rijeka. Cedrick encontró el vacío por donde colocar un derechazo soberbio y encajar el balón en la escuadra de Vargic. El extremo congoleño fue uno de los que más peligro llevó en ataque, a pesar de que Tomecak resultó un digno competidor en carrera.

Más ordenado que el Rijeka terminó el Betis la primera mitad, aunque tras el descanso los croatas subieron el ritmo, y atosigaron a los verdiblancos, en parte, gracias a un incremento de la agresividad en el marcaje que emborronó el partido e impidió que la superioridad técnica del Betis sirviera para encerrar a los locales. De hecho, suyas fueron las mejores oportunidades en la segunda mitad, entre ellas un fallo en la entrega por bajo de Andersen a Jordi, que bien pudo suponer el segundo tanto para los croatas.

Intentó aprovechar los huecos el Betis, de nuevo por medio de Cedrick, pero no consiguió batir de nuevo a Vargic, esta vez con un remate picado de cabeza. Una lástima ya que el Lyon, rival directo por el liderato del grupo, empató también ante el Guimaraes (1-1).