Una bestia dentro y fuera del área
Dos goles de Diego Costa, que ya es el máximo goleador del campeonato junto a Messi con siete tantos, derrotan a Osasuna y permiten al Atlético seguir la estela del Barcelona
Un toque sutil de primeras y un cabezazo de academia de Diego Costa permiten al Atlético sostenerle la mirada al Barcelona en lo más alto de la tabla. El par de tantos que le hizo a Osasuna también han colocado al delantero hispano-brasileño en lo alto de la tabla de goleadores junto a Messi, ambos con siete goles. No fue el equipo navarro ese conjunto de rompe y rasga guerrero. Acortó distancias en un despiste de la defensa rojiblanca en una jugada a balón parado que cazó Oriol Riera, pero estuvo muy sometido a todo lo que produjo Costa.
Su explosión como finalizador en el área es otra prueba más del crecimiento de un futbolista muy transparente en sus estados anímicos. Y a este partido, como al anterior en Valladolid, se presentó con esa necesidad continua de demostrar que nada de lo que le está sucediendo es casualidad.
ATLÉTICO, 2 - OSASUNA, 1
Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Insúa; Arda, Tiago, Mario (Gabi, m. 46), Koke (Cebolla Rodríguez, m. 76); Baptistao (Villa, m. 63) y Diego Costa. No utilizados: Aranzubía; Filipe Luis, Alderweireld y Raúl García.
Osasuna: Andrés Fernández; Damià, Loties, Arribas, Marc Bertrán; Puñal (Ariel Núñez, m. 67), Raoul Loé (Lolo, m. 81) ; Silva, Armenteros, Sisi; y Oriol Riera (Onwu, m. 76). No utilizados: Riesgo; Joan Oriol, Oier y Satrústegui.
Goles: 1-0. M. 19. Diego Costa. 2-0 M. 26. Diego Costa. 2-1. M. 42. Oriol Riera.
Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Mario, Lolo
Unos 30.000 espectadores en el Vicente Calderón.
El día después de imponerse al Zenit en la Liga de Campeones, como es costumbre, Diego Pablo Simeone dirigió una sesión de entrenamiento con los titulares por un lado y los suplentes por otro. En este último grupo, estaba Diego Costa, ausente ante los rusos por la sanción que arrastra de la pasada Liga Europa. En el rondo que ordenó el técnico, se le veía a Costa peleón y con un punto protestón, con cierta travesura de chico incómodo que sabía que su sitio debería estar en el otro lado del campo, correteando con los compañeros que habían disputado el primer partido de Liga de Campeones.
En Valladolid ya se apreció a Costa extramotivado, dispuesto a no perder un ápice de ese cartel de referente que se ha ganado. Anoche, con dos goles, volvió a confirmar su liderazgo. Anoche no estaba Villa, como tampoco está ya Falcao, cuya marcha también ha tenido que ver con ese paso al frente que ha dado. Este verano ha sido el primero en siete años en el que Costa sabía en qué equipo iba a jugar. Y esta es la primera vez des que es jugador del Atlético que no tiene que correr para otros. En la nómina de delanteros para los que ha trabajado están Agüero, Forlán y Falcao. Ahora, Costa corre para Costa y reclama un puesto en la selección de Del Bosque. El debate parece abierto. Jugó Baptistao por Villa, pero estuvo subyugado a todo lo que hacía Costa con y sin balón.
Es la primera vez en siete años que el brasileño no tiene que correr para otros
Desde esa estabilidad ha emergido un goleador y un delantero, que no siempre es lo mismo. Costa se ha encaramado en lo más alto de la tabla de goleadores con siete tantos en seis partidos. Ha roto en este inicio de curso como goleador; en el pasado lo hizo como delantero dañino con sus continuos desmarques al espacio que salpicaba sus actuaciones con algún que otro tanto.
El doblete que logró ayer le sirvió al Atlético para superar a un equipo que quiso seguir un patrón que empieza a ser común en los visitantes del Calderón. Se ha corrido la voz de que al equipo de Simeone le cuesta descifrar los encuentros en los que no encuentra metros a la espalda de la defensa rival y tiene más pelota de lo que le gusta a su técnico. La cuestión es que con mayor o menor claridad consigue encontrarle soluciones. Primero fue una apertura a la derecha de Arda a Juanfran, que centró desde la línea de fondo y Costa con el interior lo raseó y lo esquinó. Lo siguiente fue el segundo tanto, salido de las botas de Koke, como no, y rematado de nuevo por Costa con un cabezazo sublime, girando el cuello para ajustar la pelota y confirmarse su reinado en el área.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.