Bronce, lecciones y dudas
España logra la 15ª medalla de su historia tras rematar con firmeza un torneo irregular "Esto nos hará más fuertes", afirma Orenga, cuya continuidad parece garantizada
El Eurobasket de Eslovenia no quedará para la historia como la mejor pieza de orfebrería del baloncesto español, pero su perfecto acabado en bronce permite incorporar la obra a una colección de leyenda. La conquistada en Eslovenia es ya es la 15ª medalla en categoría absoluta del baloncesto español masculino, la octava en las últimas 11 grandes citas –incluyendo Europeos, Mundiales y Juegos-, la octava entre todas las categorías en otro prolífico verano.
Otro zarandeo sobre Croacia (92-68) –similar al que abrió el torneo (68-40)-, con 21 puntos de Llull y 17 de Marc Gasol como sustento principal, enmoquetó el camino de España hasta el tercer escalón del podio. Roto el sueño de la triple corona de oro, la aleación de ausencias y dudas que rodearon la configuración del equipo y su periplo en el torneo, han dado como resultado final un bronce de ley, matizado por el camino. “Estoy seguro de que aprenderemos individualmente y como equipo a jugar mejor los finales de partido, que es lo que nos ha condenado. A veces las victorias esconden lo que se hace mal así que hay que relativizar todo un poco. Ni antes era todo tan bonito y jugábamos tan bien ni este año lo hemos hecho tan mal”, sintetizó en su análisis del campeonato, Marc Gasol, piedra filosofal del equipo –máximo anotador (13,9 puntos por partido) y reboteador (7,8) en una media de 30,4 minutos en pista-, elegido además como integrante del cinco ideal del torneo junto a Tony Parker, Goran Dragic, Bojan Bogdanovic y Linas Kleiza.
“Es una medalla increíble. El cuarto puesto hubiera sido una marca muy negativa para nuestra generación y el bronce, en cambio, es un logro muy positivo y se valorará mucho en muy poco tiempo. Nos ganó un equipo un día, Francia fue mejor que nosotros en ese partido, pero hemos demostrado que tipo de equipo somos ganando este bronce. Estoy orgulloso de los que estamos de los que faltan y de todos lo que han formado parte de esta generación. Esto sigue. El año que viene tenemos un reto precioso en España [el Mundial de 2014]”, señaló José Manuel Calderón. “Seguimos haciendo historia a pesar de las dudas de algunos”, dijo el capitán, Rudy Fernández.
Aprenderemos a jugar mejor los finales de partido. Eso nos ha condenado” Marc Gasol
España, segunda en el ránking FIBA con 870 puntos solo por detrás de Estados Unidos (952), acumuló siete victorias en el campeonato: los triunfos ante Croacia (16ª en la lista) en el debut y en el encuentro por la tercera plaza, ante la República Checa (61ª), Polonia (40ª) y Georgia (50ª) en la primera fase; el de la segunda fase ante Finlandia (48ª); y el de cuartos de final ante Serbia (12ª). Todas victorias contundentes. Todas por encima de los 20 puntos de ventaja –del +21 ante los checos al +36 ante los polacos-. Pero fue incapaz de rematar a la anfitriona, Eslovenia (14ª del mundo), a Grecia (4ª) a Italia (21ª) y a Francia (8ª). Cuatro derrotas con varios denominadores comunes.
“Después de dominar dábamos un pasito atrás, por mil razones”, apuntó Marc sin querer concretar. “Hemos pecado de inexperiencia a la hora de resolver los partido igualados. Ahí nos ha faltado algo de iniciativa y de saber jugarlos mejor”, explicó Sergio Llull. España ha mandado en el marcador en la gran mayoría de los 450 minutos que ha estado en competición, pero en los cuatro partidos de más colmillo fue incapaz de gestionar ventajas solventes de hasta 15 puntos en los minutos finales. Tibios cuando el partido entraba en ebullición, los de Orenga no encontraron, en el territorio de la excelencia, al jugador que aprobara con nota las oposiciones abiertas a líder del equipo. Dos prórrogas mal resueltas, dureza rival mal combatida y falta de cuajo sobre la cornisa descabalgaron a España del tricampeonato. No estaban Pau Gasol y Navarro que en el título de 2011 anotaron el 45,5% de los puntos de España. Pero, agarrados a la defensa –la mejor del campeonato (62,8)- y al talento –notable a pesar de las ausencias llegó el bronce.
“El equipo ha estado bien en líneas generales. Ningún equipo nos ha sacado del campo. Hemos hecho una gran defensa y cosas importantes en ataque. Este torneo nos tiene que hacer más fuertes aunque hay cosas que mejorar”, analizó Orenga. “Todos los jugadores que han estado en el ojo del huracán han estado soberbios. Estamos ilusionados para el año que viene y para el futuro. Hay equipo para rato”, explicó el seleccionador que fue cuestionado por la continuidad al frente del equipo de cara a la cita mundialista del próximo año donde España ejercerá de anfitrión. “En principio voy a seguir porque es lo que ha dicho el presidente y yo no tengo porque desdecirlo. Me siento arropado por José Luis [Sáez] que arriesga mucho y por todos. Esa confianza la he sentido antes y durante el torneo”, cerró. Una vez recogida la medalla de bronce, el presidente de la Federación reiteró su confianza en el técnico.
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