Lituania ha vuelto

Lituania ha vuelto. Ya tiene otra vez cita para el partido grande. Quintos en el pasado Europeo, en el que ejercían como anfitrión, los verdes alcanzan la final continental 10 años después de proclamarse campeones tras derrotar a España en la edición de Suecia 2003. Aquel fue el último de los tres oros europeos de su historia. Los bronces del Mundial de 2010 y el Eurobasket 2007 han sido sus dos únicas apariciones en el podio en los últimos años. Este domingo volverá a pelear por la corona tras acabar de un plumazo con la resistencia croata después de un parcial de 21-8 en el tercer cuarto. Liderados por el trío Kleiza-Maciulis-Kalnietis, autores de 63 de los 77 puntos de su equipo, los lituanos vuelven a citarse con la historia.

En la pugna por ganar la mano en la partida, Lituania se entregó a sus bigardos y Croacia a sus virgueros. Arvydas Sabonis fiscalizaba las evoluciones de su equipo y la labor arbitral desde detrás de una de las canastas y desde allí presenció con honda satisfacción el exuberante arranque de Kleiza en el encuentro. Como en sus mejores días, el ex nba mostró lo más granado de su repertorio en los primeros 12 minutos de partido. Con 17 puntos y 5 rebotes en ese tramo lanzó con aires de suficiencia a su equipo, pero no titubeó Croacia de salida.

Bien dirigidos por Ukic primero, por Draper después y por ambos más tarde, los de Repesa focalizaron con éxito su producción en sus hombres de perímetro, con Bogdanovic como estilete -12 puntos al descanso- y Rudez como escudero. Coincidiendo con el viaje de Kleiza al banquillo para tomarse un respiro, Croacia equilibró el pulso (31-31, m. 16) para jolgorio de su hinchada, de calle, la más numerosa y animosa del torneo.

Equilibrada la disputa bajo los aros (19-19 en rebotes al descanso), fue la aportación episódica desde el 6,75 de Maciulis y Kalnietis la que permitió a Lituania seguir mandando. El base lituano, de nuevo a tiempo completo en la pista ante la ausencia de un relevo de garantías, escapaba a base de asistencias de la pinza Ukic-Draper y de su generosidad surgieron los primeros escarceos de Valanciunas en la zona croata que se derritió tras el descanso.

El paso por los vestuarios fue mortal para Croacia. El equipo enérgico y concentrado de los primeros 20 minutos devino en una cuadrilla de jugadores hipotensos y atolondrados que, ante la primera vuelta de tuerca en defensa de Lituania, se apagó en ataque -3 de 20 en triples-. Seis puntos consecutivos de Maciulis, una enérgica penetración de Kalnietis y un espectacular alley oop machacado por Javtokas sellaron el irreversible estirón del conjunto de Kazlaukas. Y un nuevo triple de Kalnietis incrementó el parcial hasta el 18-3 (58-40, m. 26). Ahí acabó el partido.

Ni rastro del propósito de enmienda que había llevado a las semifinales del torneo a Croacia 18 años después tras debutar con una sonrojante derrota ante España (68-40). A aquel zarandeo le siguieron ocho victorias consecutivas y una reacción de carácter que no apareció ante Lituania.

Kleiza -22 puntos y 11 rebotes- retomó la voz cantante para dar relevo anotador al dúo Kalnietis-Maciulis -18 y 23 puntos respectivamente- y redondear su expediente rumbo a la final. 10 años después Lituania peleará por el oro europeo.

Ucrania y Eslovenia pelearán por el quinto puesto; Serbia e Italia se jugarán el último billete para el Mundial de 2014.

Ucrania se impuso a Italia (66-58) y peleará este sábado por el quinto puesto del Europeo contra la anfitriona, Eslovenia, que el día anterior había ganado a Serbia (92-72).

Guiados por un excelso Pooh Jeter, el mejor del encuentro con 20 puntos, cuatro asistencias y cuatro rebotes, los de Mike Fratello superaron a una Italia que, como en el cruce de cuartos, volvió a echar en falta la mejor versión de Belinelli. Cortos de rotación, a los italianos se les hizo muy largo el tramo final del encuentro y, a pesar de los puntos de Aradori y Gentile y de su dominio en el rebote ofensivo, sucumbieron frente a un rival más compensado y con mejor porcentaje de tiro.

El conjunto de Pianigiani disputará el partido por el séptimo y el octavo puesto ante Serbia con el aliciente de jugarse el último billete mundialista. Como viene siendo habitual en los últimos años, el Europeo sirve además como clasificatorio para el próximo Mundial de 2014. La norma dice que los seis primeros equipos del torneo obtienen pasaporte directo, pero con España (clasificada de oficio por su condición de anfitriona) en una de las cuatro primeras plazas, el premio se amplía hasta el séptimo puesto. Italia y Serbia pelearán por él.