Márquez se pone fino
El debutante, talento puro, ha pulido su trazada y es más constante al entender cómo dar gas y aprovechar la electrónica
Es el mes de noviembre y Marc Márquez se sube a la Honda por primera vez. Está en el box,con la persiana bajada y con todo el equipo. Se monta en la moto que le han prestado, la de Casey Stoner, y exclama: “¡Pero esto qué es!”. El cuadro de mandos está lleno de adhesivos con números y nombres que ayudaban al australiano a acordarse en carrera de para qué servía cada cosa. Al debutante esta táctica no le interesa y empieza a quitar las chuletas: “Esto me lo tengo que aprender, porque es importante. Y cuando antes me lo aprenda, mejor”. Al día siguiente exigió un examen. Y los mecánicos le hicieron un montón de preguntas. Unas horas después la persiana subió y, ante las preguntas de la prensa internacional, declaró: “Hay muchos botones en el manillar, pero ya me los sé todos”. Fue su carta de presentación.
Su jefe de mecánicos explica que al principio de temporada la moto le llevaba a él, y no al revés
Diez meses después, Márquez es el líder de MotoGP con 30 puntos de ventaja sobre el segundo, Pedrosa. Por el camino ha batido unos cuantos récords, suma seis poles, cinco triunfos y 11 podios en 12 carreras. Por el camino, ha modificado y pulido su pilotaje. Es una esponja. Entender cómo y para qué utilizar aquellos botones fue el primer paso. El talento, el giro de muñeca y esa cabeza privilegiada han obrado el cambio. “La clave ha sido asimilar cómo trabaja la electrónica y qué beneficios puede sacar de cada uno de los elementos con los que puede jugar, como el control de tracción, el freno motor o la entrega de potencia”, explica su jefe de mecánicos, Santi Hernández. Márquez tiene instalados en su Honda diferentes programas y ya sabe aprovecharlos: depende de cómo se desgasten los neumáticos o los problemas de rebote que tenga puede jugar con la electrónica y ganar alguna décima. “Los hay que ni siquiera saben utilizarlo”, señala también Hernández.
Moto 2: Pol Espargaró buscará la victoria desde la 'pole'
Todas las carreras que ha ganado este año las ha ganado desde la pole position. Fue el mejor del sábado en Catar, Catalunya y Holanda. Y son precisamente esos tres escenarios en los que se cuentan sus victorias este curso. Pol Espargaró ha vuelto a ser el más rápido en la sesión de clasificación de este sábado en Misano y aspira a completar el círculo con una victoria este domingo. Sería la cuarta. Y la necesita como agua de mayo si quiere discutirle el título a Scott Redding, líder de Moto2 con 38 puntos de ventaja.
Mientras el británico se peleaba consigo mismo y su moto (terminó quinto, a medio segundo) en un fin de semana complicado y en un circuito en el que no consiguió terminar una carrera hasta que fue quinto hace dos años, el de Granollers trataba de adelantar en la tabla de tiempos a su compañero de equipo Tito Rabat y a Nakagami, muy competitivo a pesar de una terrible caída el viernes. Los dos catalanes y el japonés formarán en la primera fila de la parrilla tras una sesión en la que les separaron apenas 90 milésimas de segundo: el espectáculo está garantizado.
El cambio se observa en su trazada, mucho más limpia, y en sus tiempos: ahora es más constante, puede calcar una vuelta tras otra. “A principio de temporada la moto lo llevaba a él. Todavía no había entendido cómo mejorar con el uso de la electrónica. Si eres muy agresivo con el gas, patinas, pero la electrónica te corta. Ahora entiende cómo acelerar, es más dócil con el gas y aprovecha mejor la potencia del motor. Es algo que a los pilotos les cuesta mucho entender”, dice el ingeniero de pista, sorprendido por la facilidad con la que Márquez ha asimilado conceptos.
Su punto débil empezó siendo la entrada y el paso por curva, pues acusaba los vicios cogidos los últimos años en Moto2. “Le costaba ver otras líneas. Intentaba recuperar todo lo que perdía en la frenada, y, además, no podía parar la moto donde él quería, no la controlaba”, cuenta el mecánico español. Hasta que se dio cuenta de que tenía que hacer más paso por curva: “Ha entendido que puede sacrificar la frenada para aprovechar mejor el agarre cuando la moto está inclinada, en plena curva”. Necesitó tres carreras para entenderlo: poder seguir a Pedrosa o a Lorenzo en Catar y Jerez le ayudó. En las primeras carreras, aunque los resultados llegaran igualmente, era inestable, sufría sobre la moto y cometía más errores. También le costaba gestionar las primeras vueltas de la carrera, con el depósito lleno. Ahora sabe que no puede arriesgar en según qué puntos.
Márquez se ha vuelto fino. Y se pone fino cada vez que sale a la pista. Como ayer, cuando en Misano batió otro récord para llevarse la pole con un tiempo de escándalo (la primera fila la completarán hoy Lorenzo y Rossi, Pedrosa sale cuarto; 14.00, Telecinco). Pero, aunque la progresión es brillante, a Márquez todavía le quedan lecciones por aprender. Tiene que seguir mejorando las salidas.
Folger, primero en Moto3
Jonas Folger se ha colado por segunda vez al frente de los mejores de la categoría pequeña. El joven piloto del equipo Aspar ha logrado la pole en San Marino, como ya lo hiciera en Mugello hace unos meses. El alemán ha dominado la sesión, ha mejorado su tiempo a falta de escasos tres minutos para el final y nadie ha podido hacerle sombra después de marcar una vuelta en 1m,42'7s, un registro de récord, 1,5 segundos mejor que el de la pole que firmó hace un año su compatriota Sandro Cortese. En la primera fila de la parrilla de salida le acompañarán este domingo Alex Rins, que se quedó a 61 milésimas de Folger, y Maverick Viñales, a casi medio segundo.
El líder de Moto3, Luis Salom, no pudo más que terminar décimo en un fin de semana en el que tampoco le ha acompañado la buena fortuna. Después de decidir no pasar por el quirófano y dejar que la fractura en su talón evolucione con un tratamiento conservador, el mallorquín volvió a caerse el viernes. El dolor en el pie lesionado y una rodilla magullada le relegan a la cuarta fila de la parrilla.
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