La Eslovenia de Maljkovic, sin la ‘excusa’ de Navarro
El equipo anfitrión afronta como un hito y una prueba de fuego su partido frente a España
Un pequeño país de apenas dos millones de habitantes y una pequeña ciudad de unos 50.000, Eslovenia y Celje, han conseguido convertirse durante algunas semanas en el centro neurálgico del baloncesto europeo. Uno de los primeros aldabonazos de la fiesta continúa en que han convertido el acontecimiento es el partido que disputará la selección centroeuropea contra España este jueves (21.00, Cuatro). Sobre el papel, se trata del examen más exigente que afronta la bicampeona europea en la primera fase. Y también una prueba de fuego para Eslovenia, que en su estreno, pasó serias dificultades para imponerse a la República Checa por 62-60.
La selección que dirige Bozidar Maljkovic cuenta con jugadores de un potencial notable y, pese a que en varios campeonatos han fallado en momentos decisivos, dieron una buena medida de sus posibilidades con su cuarto puesto en el Europeo de 2009. Dos años después fueron séptimos y se les escapó a última hora la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres, tras perder en los cuartos de final del Eurobasket de Lituania ante España (86-64).
En casa, y con un equipo liderado por el base de los Phoenix Suns, Goran Dragic, los eslovenos pretenden empezar a surcar ante España el camino hacia un hito en su corta pero intensa historia reciente. Solo hace 20 años que compiten. Eslovenia fue la primera de las repúblicas que se independizó de Yugoslavia, el 25 de junio de 1991. Y el baloncesto desempeñó un papel muy relevante durante aquel proceso. En aquellos días se disputaba el Campeonato de Europa en Roma. Se habían disputado tres partidos. Jure Zdovc fue obligado a abandonar la selección yugoslava a instancias del recién proclamado gobierno esloveno. Pocos días después, y ya sin Zdovc en sus filas, la selección yugoslava se proclamó campeona de Europa. Los compañeros yugoslavos del fantástico base esloveno le entregaron la medalla de oro de aquél Eurobasket de 1991 durante un homenaje en junio de 2005. Es la intrahistoria de una selección que ahora persigue el mayor esplendor posible en la cancha, en consonancia con su desafío organizativo.
En casa, y con un equipo liderado por el base de los Phoenix Suns, Goran Dragic, los eslovenos pretenden empezar a surcar ante España el camino hacia un hito
Maljkvovic, además de Goran Dragic, cuenta con varios jugadores bastante muy conocidos en España. El alero Zoran Dragic, hermano de Goran, juega en el Unicaja. Otro base, Lakovic, militó durante cinco temporadas en el Barcelona, que también ha fichado al pívot esloveno Bostjan Nachbar. Formará pareja en el equipo azulgrana con Erazem Lorbek, ahora lesionado y una de las bajas más sensibles para el Europeo, junto a la de Beno Udrih.
También cuenta selección eslovena con el pívot , Mirza Begic que acaba de fichar por el Olympiacos tras su paso por el Real Madrid, el también pívot Uros Slokar, que militó en el Gran Canaria, y el hermano de Erazem Lorbek, Domen, que ha jugado en varios equipos españoles. Otros jugadores que desempeñan un papel relevante en el equipo son el pívot Gasper Vidmar y el ala-pívot Jure Balazic, ambos enrolados en equipos turcos, además de dos jóvenes prometedores, el escolta Jaka Blazic y el alero Edo Muric. Esta vez Maljkovic no podrá recurrir al comentario jocoso con el que se refirió a Navarro después de la sensacional actuación del escolta de Sant Feliu en los cuartos de final del Europeo de 2011. “La vida sigue igual. Navarro me saluda antes del partido y luego me mete 26 puntos”, sentenció el entrenador serbio. Esta vez, Eslovenia no tendrá en frente a Navarro, ni a Pau Gasol, ni a Ibaka, pero sí un equipo que ya ha dado una buena prueba de su calidad en el primer partido en el que barrió a Croacia por 68-40.
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