Nadal, en el imperio de Djokovic

Es Rafael Nadal en el imperio de Novak Djokovic. Tras eliminar en cuartos del Masters 1000 de Montreal al australiano Matosevic (6-2 y 6-4), el español se medirá en semifinales al serbio en la madrugada del sábado (02.00, C+ y Teledeporte). Eso son palabras mayores. Nole ha ganado cuatro de los últimos cinco grandes sobre cemento. Domina 11-5 los cara a cara en pistas rápidas (15-20 para el español en el global). No cede contra el mallorquín en este tipo de canchas desde 2010, se impuso al español en la final del Abierto de Australia 2012 (último cruce en la superficie), y en cuartos de Montreal, ante Richard Gasquet, el número nueve, fue un auténtico vendaval (6-1 y 6-2). “Estuve tan cerca de la perfección como se puede estar”, resumió el número uno mundial tras devorar el partido en menos de una hora.

“El cemento es mi superficie preferida. Es donde tengo más opciones frente a Nadal. Va a ser un gran reto para ambos. Estoy listo”, abundó el serbio, que ha cedido cuatro de los últimos cinco enfrentamientos ante el español (todos en tierra), y que aún sufre cuando le recuerdan cómo se inclinó en las semifinales de Roland Garros (9-7 para Nadal en el quinto set), el último precedente.

Nole vio el vídeo de los puntos decisivos de aquel encuentro la misma noche de la derrota. Es una herida que sigue abierta, porque el serbio cedió pese a que dominaba con break de ventaja en el quinto set, y fallando varios remates claros, igual que en las semifinales de los Juegos de 2008, también ante Nadal. Ahora, el cemento le acuna y es la medicina con la que intenta cicatrizar su orgullo, porque la velocidad del juego aumenta respecto a la tierra, potencia su agresiva propuesta y así dificulta que su contrario se defienda.

“Las condiciones aquí son más favorables para él”, admitió el español sobre Djokovic. “Jugamos en pista dura, pero (le favorecen) especialmente las condiciones. Es una de las más rápidas de las pistas duras al aire libre. Eso le convierte en el favorito”, añadió. “Estoy contento por sentirme bien y por tener la oportunidad de jugar después de una larga pausa. Estar en una semifinal en pista dura y rápida es increíble para mí. Estoy disfrutando cada momento", cerró.

Montreal, en cualquier caso, no deja más que buenas noticias por ahora para Nadal. El español, derrotado a la primera en Wimbledon, compite por fin sin un vendaje en la rodilla izquierda, que sigue cuidando con mimo. Su victoria ante Matosevic deja el número tres del mundo en sus manos. Antes de que comience el Abierto de Estados Unidos (desde el 26 de agosto), todo ocurre según su planificación más optimista: un pausado y progresivo proceso de mejora hacia el último grande del curso. Antes, Djokovic sobre el cemento de Montreal.