El llanto triunfador de Cielo

Campeón olímpico de los 50 metros libre en Pekín 2008 y bronce tras el francés Florent Manaudou en Londres 2012, el resultado cosechado en los últimos Juegos le dolió sobremanera al brasileño, que será uno de los emblemas de su país en Río 2016. Y este sábado, tras coronarse de nuevo, rompió a llorar, flanqueado por el ruso Vladmir Morozov y el trinitense George Bovell. El público del Palau Sant Jordi le brindó una sonora ovación.

Otra de las grandes protagonistas fue la lituana Ruta Meilutyte, con tan solo 16 años, batió su segundo récord mundial en una semana. Hace unos días logró la mejor marca en 100 metros braza y este sábado, con 29,48 segundos, lo consiguió en 50 metros del mismo estilo. Poco le duró el récord a la rusa Yuliya Efimova, que tan solo ocho horas antes había mejorado la marca mundial en la serie clasificatoria. Las dos lideraron por la tarde la semifinal de la modalidad. La española Marina García, décima, no nadará el domingo en la final.

“Dos récords del mundo es un sueño hecho realidad”, comentó Meilutyte refiriéndose a su anterior plusmarca, con la que consiguió su única medalla de oro en los Mundiales hasta el momento. Fue el martes en la modalidad de 100 metros braza, una especialidad en la que, pese a su juventud, es una experta: la lituana es la actual campeona olímpica tras ganar el oro en los Juegos de Londres, cuando contaba con solo 15 años.