Ona se topa con China
Hang Xuechen amenaza con arrebatar la plata a España en la final de solo técnico
Se levantaba el sol sobre el Mediterráneo, esta mañana pasadas las 9.30, cuando la ligera Ona Carbonell se batió con la robusta Svetlana Romashina. La española y la rusa inauguraron la competición en la piscina del Palau Sant Jordi con dos rutinas de solo técnico preliminar que anunciaban la clase de disputa que caracterizará toda la competición de natación sincronizada. Svetlana obtuvo 96.200 puntos y Ona se quedó en 94.200. Seguía mandando Rusia y España permanecía al acecho.
El orden se mantuvo hasta que junto a la piscina apareció la china Xuechen Hang batiendo los brazos como si fuesen alas, señal inevitable, en estos ámbitos, de una coreografía tradicional. El lago de los cisnes, de Tchaikovski, es un clásico de la sincronizada y Xuechen, un tallo, lo interpretó con gracia y potencia. Los dos paneles de siete jueces cada uno emitieron un veredicto decepcionante para el público local: 95.100 puntos para Xuechen. Una decisión que establece una jerarquía difícil de revertir: Rusia, China y España. Es el orden que, a priori, marcará la final de esta noche, a partir de las 21.00 horas, para dirimir el primero de los siete oros de la sincro.
El listón que establecieron Gemma Mengual y Andrea Fuentes, con dos platas sucesivas en los solos de los últimos Mundiales, en 2009 y 2011, daba la impresión de haber colocado a España en la segunda posición de la tabla de poderes. Pero China emerge. China nada con una fuerza imparable desde 2008 y Xuechen es su buque insignia. En Barcelona está a punto de saltar otro escalón a costa de España.
El Palau registró una entrada de unas 2.000 personas, número apreciable considerando que había que madrugar y que solo se trataba de pruebas preliminares. Ona y Svetlana competían por primera vez como solistas en una gran cita. Ambas tienen 23 años y, sin embargo, acumulan una gran experiencia. El historial de la rusa, sin embargo, solo es comparable al de las mejores de todos los tiempos. Formó parte del equipo ruso que conquistó el oro en los Mundiales de Melbourne en 2007. Desde entonces se colgó 18 medallas de oro, contabilizando Europeos, Mundiales y Juegos. En su currículo no hay bronces, ni platas. Todo es un bloque amarillo. Cada vez que compitió se subió a lo más alto del podio, en la ola de la mejor generación que ha conocido la historia de este deporte, impulsada por la gran solista Natalia Ischenko, retirada por maternidad. Svetlana es el relevo y su escuela resulta intimidante.
Ona comenzó a competir a gran nivel en los Mundiales de Roma, en 2009. En 2010 ocupó el vacío dejado por Gemma Mengual en el dúo con Andrea Fuentes. En Barcelona hace su primera incursión en el solo, un universo nuevo para ella. Quizá le falte madurez para expresar todo su talento. Esta mañana exhibió un potencial único de potencia, capacidad de flotación y flexibilidad, pero sus figuras carecieron de la perfección necesaria para aproximarse a Rusia y, finalmente, a China.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.