La bella locura de dar la vuelta al mundo

Es una maratón de nueve meses surcando los más peligrosos mares y océanos del planeta. Es una carrera de casi 40.000 millas náuticas, 74.000 kilómetros, en que la victoria puede decidirse por cualquier pequeño detalle. Es una historia de supervivencia. Es un desafío tecnológico de millones de euros. Es deporte extremo, aventura, una tortura física, piratas y la oscuridad total en medio de la nada. También los más bellos paisajes y la sensación de estar más vivo que nunca. La Vuelta al Mundo de vela, la Volvo Ocean Race, es todo eso y mucho más. Faltan todavía 450 días para que unos locos valientes y unas ocho embarcaciones partan, el 4 de octubre de 2014, desde el puerto de Alicante. Rumbo, el fin del mundo pasando por Brasil, China, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Portugal… hasta atracar en el puerto de Gotemburgo el 27 de junio de 2015. La hora de la salida todavía está lejana, pero la emoción de la competición comienza a latir en los navegantes y los equipos que ya se preparan para el mayor reto oceánico.

Fue hace 40 años, en 1973, cuando comenzó esta bella locura. Entonces se llamaba Whitbread Round the World, y desde 2001 Volvo ha puesto su nombre a la competición. Son ya 11 ediciones y muchas historias. España también ha levantado anclas, y fue cuarta en 2012 a bordo del Team Telefónica, a 40 puntos del ganador, el francés Groupama. El protagonismo español comenzará de nuevo desde la salida: Vigo subió el telón en 2005, y Alicante repetirá en 2014 después de hacerlo en 2008 y 2011. El reto más inmediato es conseguir ahora un gran patrocinador para dotar de base económica al proyecto para tener un barco español. Antes que navegar, toca hacer cálculos y números, y Pedro Campos, el director del Team Telefónica (anterior proyecto), tiene experiencia en eso.

Mientras, la Vuelta al Mundo va comenzando poco a poco a rodar. Varios astilleros en Europa están construyendo las piezas de los barcos, que serán unidas en Inglaterra. Luego, una vez formados los equipos, llegará el momento de emparejar tripulaciones y embarcaciones. Cada conjunto escogerá un barco (el 1, el 2, el 3…) con el que se podrá competir en las próximas dos ediciones, y lo comprará por unos 4,5 millones de euros... Y a navegar. La organización espera que ocho embarcaciones besen las olas en octubre de 2014. Entre ellas estará una tripulación íntegramente femenina, patrocinada por la multinacional sueca SCA. Parte de ellas se estrenan ya en Lanzarote bajo la supervisión de varios entrenadores, entre los que se encuentra el experto navegante alicantino Pepe Ribes.

Son muchas horas, muchos esfuerzos. La Vuelta al Mundo aún aparece lejana en el horizonte. Alicante espera la gran aventura del mar.