La picardía de Luis Salom
El mallorquín, atrevido en las curvas, gana con otro adelantamiento en la última vuelta su tercera carrera consecutiva
Reza un Padre Nuestro antes de cada carrera y este sábado, en Assen, se le vio rezar también al terminar la prueba. Sería una oración de agradecimiento. Luis Salom, otro mallorquín rápido y corajudo sobre dos ruedas, culminó una carrera brillante con una buena dosis de picardía y atrevimiento en las últimas vueltas. Y ya van tres victorias consecutivas –con la de este GP de Holanda suma cuatro en siete citas– en un año en el que ha encontrado la calma, imbuido por la tranquilidad y la sabiduría de Aki Ajo, todo un forjador de campeones.
Salom había arrancado con la calma que le caracteriza, consciente de que en esta categoría de las motos pequeñas el que más puede no es el que antes golpea. Si bien, aunque rodaba quinto dejó alguna muestra de la agresividad que esconde y se guarda para los últimos giros cuando adelantó a Oliveira apenas iniciada la carrera. Luego, aguardó detrás de Rins, el chico que dirigía el cotarro. Aguantó paciente hasta que, después de siete vueltas, y tras ser adelantado por Márquez, vio que líder trataba de escaparse. Llegó a tener Rins casi un segundo de ventaja cuando el del equipo oficial de Red Bull KTM dijo basta, rebasó sin demasiados problemas a Márquez y se marchó a perseguir al chico de Barcelona.
CLASIFICACIÓN DE LA CARRERA
1. Luis Salom (ESP/KTM) 38:20.086 a 156,3 km/h.
2. Maverick Viñales (ESP/KTM) a 0.122
3. Alex Rins (ESP/KTM) a 0.282
4. Miguel Oliveira (POR/Mahindra) a 0.378
5. Alex Márquez (ESP/KTM) a 0.416
6. Jonas Folger (GER/Kalex KTM) a 19.646
7. Jack Miller (AUS/FTR Honda) a 27.688
8. Arthur Sissis (AUS/KTM) a 27.811
9. Alexis Masbou (FRA/FTR Honda) a 34.797
10. Niklas Ajo (FIN/KTM) a 34.823
11. Isaac Viñales (ESP/FTR Honda) a 35.130
12. Efrén Vázquez (ESP/Mahindra) a 35.361
13. Niccolo Antonelli (ITA/FTR Honda) a 35.523
14. Romano Fenati (ITA/FTR Honda) a 35.628
15. Brad Binder (RSA/Suter Honda) a 35.886
Salom, acostumbrado a observar desde la retaguardia, a no lanzar los ataques hasta las últimas curvas, vio esta vez que no podía dar opciones a sus rivales en esta pista tan rápida en la que tan difícil es abrir distancias. Y aunque le costó lo suyo –Rins se puso a 1,3s tras 11 vueltas de 22–, terminó cazando al pupilo de Alzamora. Superado el ecuador de la prueba, el de Mallorca empezó a recortar aquella brecha hasta cazarle. Volvió a juntar a un grupo que empezó siendo de nueve pilotos y terminó con los de siempre: Rins y Salom, Viñales, Márquez y Oliveira, dos nuevos adscritos al equipo de los dominadores de la categoría después de otra gran carrera y una pole en la que empataron el viernes.
A partir de entonces, y a falta todavía de ocho giros, empezaron a sucederse los adelantamientos, los interiores, los finales de recta temibles, los hachazos en esa chicane última que contaría por sí sola cientos de historias. Enloqueció Márquez a golpe de adelantamiento: volvió a cazar a Salom, lo intentó con Viñales, y se enzarzó con su compañero de equipo, Rins, hasta que a falta de un último giro sus rivales le ganaron la partida, como en cada carrera. Puede más la experiencia. Lo sabe bien Salom, de 21 años y el adulto del grupo, que era cuarto a falta de cinco giros una posición perfecta para lanzar ese ataque final que tanto le gusta: pasó primero a Márquez, y poco después a Rins, que tuvo incluso que levantar ligeramente la moto, y se aprovechó el balear de aquella deliciosa chicane, a las puertas de la cual culminó su último envite para superar a Viñales y dejarlo, además, a 10 puntos en la general.
“Hice esas ultimas curvas en sexta y con el gas a tope”, reía. Cuatro victorias y una solera que los otros –con la misma KTM– todavía no parecen alcanzar valen el liderato de un chaval que aspira al título mundial.
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