“Ni grandes euforias ni grandes dramas”
Nadal dice que ha superado sus “dudas” con pasión: “Sin trabajo duro, no puedes volver”
A los 27 años, el campeón ya no es el niño que celebró con 19 su primer título (2005). Este es un hombre reflexivo, analítico, dispuesto a entrar en honduras. Un Rafael Nadal con un punto filosófico, quizás cambiado por la experiencia de una lesión prolongada, que va dejando frases que cuentan cómo funciona una mente a prueba de bombas competitivas.
“No creo en grandes euforias ni en grandes dramas”, dice en la hora del éxito, sentado junto a la Copa, al hablar de su visión de la vida de un deportista. “Cuando voy a entrenarme no voy a entrenarme por entrenarme, sino con una meta. Hay cosas que no sé si podré hacer, pero de lo que sí estoy seguro es de que puedo intentarlo. El deporte sin metas es estúpido”, explica sobre sus ambiciones pasadas, presentes y futuras. “Soy una persona positiva, pero las dudas son parte de la vida. Los que no tienen dudas son muy arrogantes, nada está claro en este mundo”, recuerda sobre los meses que se pasó en el dique seco. “Hay que disfrutar las situaciones difíciles, los problemas, el salvar situaciones duras, encontrar soluciones para problemas. Es lo que hace el deporte especial”, cierra.
En los próximos días, el campeón someterá su cuerpo al cuidado de los médicos. Su rodilla izquierda ha superado con nota “batallas muy duras”. “Es algo fantástico”, dice Nadal, agradecido a la vida. Todo parece listo para los próximos objetivos. Competir por primera vez en Wimbledon sin haber disputado antes un torneo sobre hierba. Asaltar el número uno de Novak Djokovic. Acortar la distancia con los más grandes tras haber entrado en el podio del tenis: solo el suizo Roger Federer (17) y el estadounidense Pete Sampras (14) han levantado más trofeos de la máxima categoría que el mallorquín (12), que iguala con el australiano Roy Emerson.
¿Cómo ha llegado Nadal hasta ese puesto?
“En los puntos importantes, Rafael es el mejor”, fotografía Ferrer, el derrotado, bromista, sonriente, sin el punto agrio que suele tener el que ha perdido. “Tiene la mejor mentalidad que nunca he visto. Lo tiene todo. Puede jugar agresivo, tiene tacto en la red y físicamente es increíble. Puede jugar cinco sets hace dos días [contra Djokovic] y hoy [por ayer] jugar un tenis similar”, sigue. “Me ha faltado algo de regularidad, consistencia, también porque Rafa te hace fallar, y como la pista es tan grande es difícil hacerle winners. Me voy tranquilo. Cuando el rival juega mejor que tú y es más regular, hay que felicitarle. Espero poder tener otra vez la oportunidad de una final. Superé una barrera en 2012 con mi primer Masters 1000, y este año otra llegando a la final”, se despide el finalista, que hoy se despertará como número cuatro mundial desplazando a Nadal hasta el cinco.
“Tiene la mejor mentalidad que nunca he visto. Lo tiene todo”, asume Ferrer
Fue la cuarta final española en París. Desde la grada, Pau Gasol, un pionero en la NBA, observó el partido tras hacerse una foto con los protagonistas. A Nadal, que antes que tenista se considera deportista, ninguna de las dos cosas le pasó desapercibida. “Quizás nos hemos malacostumbrado a vivir situaciones como estas, será difícil que se repitan, son días especiales. La historia dice que esto que nos está pasando no será para siempre, y si no, al tiempo”, dice mientras levanta una ceja. “Hay que valorar todo lo que nos está pasando a nivel de país, de éxitos deportivos. Como son tantos, se deja de valorar como se haría en otra época de triunfos más escasos. Algún día nos acordaremos de todas estas cosas como una época en la que tuvimos un despliegue de deportistas mundiales muy especiales”.
Algún día, en París, el público recordará a Rafael Nadal Parera como aquel campeón que superó en su tierra a la leyenda de Borg, a las maravillas de Federer o al talento inmenso de Nole el temible. Ese día se recordará lo que Nadal dijo ayer, su credo, lo que le llevó desde una lesión hasta el título: “Puedes tener dudas, pero si no trabajas duro, si no tienes la mentalidad adecuada... es seguro que no volverás”.
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