“Red Bull se olvidó de perder”

Para aquellos que consideren una lata que la mayor parte de la temática informativa que rodea la Fórmula 1 de hoy en día gire entorno a los neumáticos, Pedro De la Rosa tiene una frase perfecta para ellos: “Son el único componente del coche que está en contacto con el suelo, y el que debe transmitir la potencia”. Aunque parezca una obviedad, que lo es, la sentencia del piloto probador de Ferrari invita a tener en cuenta la trifulca que han generado los compuestos de este año, o al menos, a no menospreciarla. A las declaraciones de Dietrich Mateschitz, el magnate propietario del imperio Red Bull, tras la última carrera, hace dos semanas, en Montmeló, en las que arremetió en contra de la fragilidad de las gomas de este curso –“Esto ya no son carreras. En las actuales circunstancias, no podemos ofrecer el máximo rendimiento de nuestro coche ni tampoco de nuestros corredores”, dijo– les siguió un anuncio de Pirelli, en el que el suministrador informaba de su intención de modificar las especificaciones para que se degradaran algo menos. A priori, este retoque debía perjudicar a Lotus y a Ferrari, las escuderías que mejor trato les dan, en la misma medida que tenía que beneficiar a Red Bull y a Mercedes.

“Ahora podemos ver de forma un poco más clara cómo son. No son ángeles. Lo vimos en Malasia y lo vemos también ahora con las declaraciones que hacen” Fernando Alonso

Poco después, no obstante, la Federación Internacional del Automóvil tomó cartas en el asunto para recalcar que cualquier modificación en la construcción de los neumáticos debe venir motivada exclusivamente por motivos de seguridad, nunca para reducir el número de paradas, circunstancia que afectaría directamente al pelotón sin justificación alguna. De este modo, Pirelli solo podrá retocar su material para evitar que pierda la banda de rodadura de forma violenta, como ya le ha ocurrido a Paul Di Resta, en Montmeló, o a Lewis Hamilton en Bahréin, por ejemplo.

“No sufrimos solo nosotros. Hay otros equipos que lo hacen en la misma medido o más”, consideró este miércoles Sebastian Vettel, ya en Mónaco, donde este fin de semana se disputa el gran premio más universal que existe. “Si lo comparamos con el esquí, imagínense que la organización cambia las botas de un año a otro y que alguien que normalmente estaba a mitad de la tabla se coloca al frente. No estoy diciendo que ellos no deban estar delante, pero cuando tienes que estar tan pendiente de los neumáticos, las carreras se convierten en algo que no eran”, añadió el alemán. A la espera de conocer qué camino tomará Pirelli, Fernando Alonso prefiere destacar el cambio a nivel de imagen que, según él, ha dado Red Bull. “Ahora podemos ver de forma un poco más clara cómo son. No son ángeles. Lo vimos en Malasia (Vettel atacó a Webber rompiendo las órdenes establecidas previamente) y lo vemos también ahora con las declaraciones que hacen. Cuando ganas de manera fácil durante varios años consecutivos se te olvida el perder”, convino el español.

A todos estos testimonios hay que añadirle el de Bernie Ecclestone, patrón de todo el tinglado. “Lo más fácil para Pirelli sería producir un tipo de gomas para todo el año, pero fuimos nosotros los que pedimos que fabricaran unas con las que no se pudiera completar la mitad de una prueba, y eso es lo que hicieron”, declaró Ecclestone. “En los tiempos de Lauda, la mayor preocupación era cuidar las cajas de cambio y los frenos. Dejamos atrás esa era y los pilotos llegaron a no tener que preocuparse por nada. Ahora tienen que usar su cerebro y pensar en cómo ganar carreras”, zanjó el británico.

Alonso, segundo en la primera sesión de entrenamientos libres

El alemán Nico Rosberg (Mercedes) fue el piloto más rápido en la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco, sexta prueba del Mundial de fórmula 1, en la que el español Fernando Alonso (Ferrari) marcó el segundo mejor tiempo.

Rosberg, que logró la pole'en los grandes premios de Bahréin y España, finalizó primero al cubrir los 3.340 metros del trazado monegasco en un tiempo de un minuto, 16 segundos y 195 milésimas en su mejor vuelta. El piloto alemán dio 30 vueltas al corto circuito de Montecarlo y sacó una ventaja de 87 milésimas al español Alonso, que aspira a su tercer triunfo en el Gran Premio de Mónaco y que concluyó segundo.

El asturiano, que rodó 26 vueltas, mantiene así su idilio con el glamuroso circuito del Principado después de lograr la segunda mejor marca de la sesión, en un minuto, 16 segundos y 282 milésimas. Tercero fue el francés Romain Grosjean (Lotus), que paró el cronómetro en un minuto, 16 segundos y 380 milésimas, en su vuelta más rápida de las veinte que dio, 185 milésimas más lento que Rosberg.