Del “librillo tradicional” de Del Bosque a la “excelencia” de Mou
Ocho técnicos han ocupado el banquillo del Madrid en los 10 años de presidencia de Pérez
En las dos etapas de Florentino Pérez como presidente del Real Madrid (de 2000 a 2006 y desde 2009 hasta ahora) por el banquillo de Chamartín han desfilado hasta ocho técnicos. El hoy seleccionador español, Vicente del Bosque, ha sido quien más tiempo ha permanecido como técnico del Madrid mientras Florentino estaba al mando del club. En los 1.031 días que el salmantino estuvo al frente, el equipo consiguió llenar las vitrinas del Bernabéu con seis títulos. Del Bosque añadió una segunda Champions a su currículo, una Intercontinental, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y dos Ligas. Fue dos días después de lograr el 29º título liguero, en el verano de 2003, cuando Florentino decidió prescindir de los servicios del técnico. Para el máximo dirigente del club, su proyecto “transmitía síntomas de agotamiento”: “Es muy tradicional. Buscamos algo más moderno. Cada técnico tiene su librillo. Del Bosque tiene uno más bien clásico, tradicional, y nosotros buscamos uno más tecnificado, desde la estrategia hasta la preparación física, porque así nuestro equipo será más potente. No era el entrenador ideal para el futuro del Madrid. Había que ilusionar a los aficionados con un recambio”, argumentó Florentino para prescindir de quien con los años levantaría una Copa del Mundo y una Eurocopa.
No era el entrenador ideal para el futuro del Madrid”, dijo sobre el seleccionador español
El recambio, el técnico ideal al que hacía referencia el presidente terminó por ser Carlos Queiroz, “un trabajador de la cultura del detalle”, según le definió sir Alex Ferguson, de quien había sido lugarteniente en el Manchester United. El técnico portugués duró 273 días al frente del Madrid de los galácticos, con el que solo consiguió una Supercopa de España. Florentino le acusó de no controlar la “indisciplina colectiva”. “Nos equivocamos al contratarle a él, no al no renovar a Del Bosque”, quiso añadir el presidente. A partir de entonces, el verano de 2004, y hasta la dimisión del presidente, en febrero de 2006, se sucedieron en el cargo hasta cuatro entrenadores: José Antonio Camacho, de quien Florentino dijo que “no solo tiene autoridad; tiene la autoridad moral para ejercerla”, permaneció en el banquillo de Chamartín de mayo a septiembre; fue sustituido por García Remón, que ocupó el cargo dos meses, hasta la llegada de Vanderlei Luxemburgo, que debutó en enero y aguantó hasta diciembre de ese mismo año, 2005, cuando el club decidió que era “el momento de dar un giro”, porque el rendimiento no respondía “a las expectativas”. Los 156 días que López Caro permaneció en el cargo fueron el punto final a la primera etapa de Florentino en la presidencia del Madrid. Para entonces, el club ya había contado con tres direcciones deportivas distintas.
En febrero de 2006, el dirigente no resistió más el devenir de los acontecimientos y presentó su dimisión: “Soy un tapón que es necesario quitar”, declaró Florentino, que se consideró “culpable” de haber “maleducado” a los jugadores. “No creo que haya ninguna crisis, pero el club desde el punto de vista deportivo necesita un revulsivo”, añadió.
Cuando regresó a Concha Espina, en 2009, optó por Manuel Pellegrini como su primer técnico. Avalado por Valdano y por su notable trabajo en el Villarreal, el técnico chileno no consiguió alzarse con ningún título y quedó marcado por la eliminación de Copa ante el Alcorcón. Florentino prescindió de sus servicios el mismo día en que se decantó por José Mourinho como nuevo inquilino para el banquillo de. “Este club busca la excelencia”, aseguró entonces Florentino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.