Ballesteros: “Si alguien sabe cómo limpiar mi honor...”

Sergio Ballesteros ha sido un héroe del Levante en los dos últimos años. Tras cada partido en el Ciutat de València, el capitán, de 37 años, esperaba a que sus compañeros entrasen en el túnel de vestuarios para despedirse de los aficionados y recoger los últimos aplausos. Se sentía querido y admirado. Alguna pancarta le recordaba su reconocimiento. "Ballesteros, legend", era una muy repetida con un perfil pintado a carboncillo del central valenciano. Todo eso se ha acabado. Ballesteros se siente ahora casi un apestado, señalado primero por un compañero, Barkero, y después por la Liga de Fútbol Profesional de haberse dejado ganar en el Levante-Depor del pasado 13 de abril en el Ciutat de València (0-4). Apuntado además por el entrenador, Juan Ignacio Martínez (JIM), que lo excluyó de las convocatorias a raíz de las sospechas sobre él. Ballesteros lleva 15 días en el infierno, durmiendo "una o dos horas diarias". Y ha tardado mucho en dar la cara. Varias semanas. "Llevo casi 20 años de profesión. Si alguien sabe cómo limpiar mi honor...", casi ha suplicado esta mañana el central, sin haber decidido todavía si presentará o no una querella contra Barkero por aquellas imputaciones contra él y contra otros compañeros (Munúa, Juanfran y Juanlu) en el el descanso del choque contra el Depor. 

El capitán del Levante no se vende. Yo ni siquiera apuesto

"El capitán del Levante no se vende. A mí no me gusta ni apostar, yo ni apuesto, hay que luchar a favor de la limpieza del fútbol", declaró Ballesteros en contra de quienes apuntan a la supuesta venta de un resultado antes del descanso del Levante-Depor para favorecer a una trama de apuestas. La Fiscalía Anticorrupción tiene seis meses para investigar la denuncia de amaño por parte de la Liga de Fútbol Profesional contra esos jugadores granota. En el propio club, crecen quienes apoyan a Barkero porque entienden que algo irregular sucedió en el 0-3 de la primera parte de aquel partido. "Le pedí explicaciones a Barkero [por esas acusaciones]", añadió Ballesteros, "y no supo dármelas. Las personas se pueden equivocar y rectificar si es de corazón. No soy tan rencoroso como para no perdonar hasta el final de mis días". 

En todo caso, Ballesteros quiso valorar que el Levante se ha salvado a tres jornadas para el final de la Liga, consecuencia, dijo, de un vestuario muy unido, que volverá a unirse cuando pase el tiempo y se olvide la tensión y las dudas generadas por la denuncia de tongo. Aunque nadie sabe ya quién estará en ese vestuario granota el próximo ejercicio. Tanto Ballesteros como los otros implicados renuevan contrato al haber asegurado la permanencia, pero el Levante prescindirá de quien pueda estar salpicado por algún tipo de corruptela. Barkero, por su parte, había comunicado al club su deseo de rechazar el acuerdo de renovación de contrato a raíz de su denuncia. Pero si se demuestra que el media punta vasco tenía razón, la entidad desearía que continuara como ejemplo de la voluntad regeneradora.