La edad de la experiencia

La palabra experiencia, en todas sus acepciones, estuvo tan presente en la expedición del Madrid durante los cuatro días de los blancos en la final fourcomo la lluvia fina de Londres y fue la que más retumbó en el vestuario blanco tras perder la final ante Olympiacos. “La experiencia es importante por la sabiduría”, filosofó Laso en la víspera de la gran cita. “Está claro que cuanto más vas a clase más aprendes, pero también los hay que se pasan toda la vida yendo y no aprenden nada”, contó el técnico contestando a una pregunta sobre su condición de técnico novel en semejante evento, tanto como el resto de su plantilla.

La de Londres era la decimoquinta final de la Copa de Europa para los blancos, pero la primera para los 12 integrantes de la plantilla y para el técnico. “Vamos sobrados de experiencia”, anunció sin embargo a 24 horas del partido Felipe Reyes, uno de los tres campeones del mundo del equipo junto a Rudy Fernández y Sergio Rodríguez —en 2006 ante Grecia, dónde ya despuntaba un joven Spanoulis, con 24 años—, en un grupo con más de una treintena de grandes títulos, en el que solo Hettsheimeir presentaba un currículo en blanco. “Somos unos novatos en estas finales. Toca aprender y aspirar a volver pronto”, espetó después el propio Rudy tras perder el título. En competiciones continentales de clubes, solo el mallorquín, que ganó con el Joventut la Copa ULEB (2008) y la Eurocup (2006), y Felipe Reyes, que también conquistó la ULEB en 2007 con el Madrid y fue subcampeón de la Copa Korac en 1999 con Estudiantes, conocían el escenario.

La mitad del equipo lleva tres años o más junto y la continuidad está garantizada

El Madrid llegó a la cita londinense con el aspecto más vigoroso y la plantilla con la media de edad más joven de los cuatro contendientes (27,5 años frente a los 27,8 de Olympiacos; los 28,3 del Barça y los 28,6 del CSKA). Sin embargo, si atendemos al quinteto titular de la final, el conjunto griego sumaba 28 años de media por los 26,2 de los blancos. La mitad de los componentes del conjunto del también debutante Bartzokas (Spanoulis, Hines, Antic, Sloukas, Papanikolau y Gecevicius) contaba además en su baqueteado expediente con la referencia de la anterior final en la que conquistaron el título tras remontar 19 puntos ante el CSKA. En el O2 Arena pasaron del 10-27 en contra a abrumar al Madrid con 90 puntos en 30 minutos (39 de ellos en el último cuarto). “Nos faltó fortaleza mental”, resumió Felipe. La cabeza gana más finales que las piernas. A pesar de la desolación por la derrota, el proyecto madridista ofrece una perspectiva optimista con dos presencias en las tres últimas final four, las mismas que contaban en su enciclopedia en los 32 años que pasaron entre 1980 y 2011.

La quinta acepción de la palabra experiencia es experimento. Pero el Madrid hace tiempo que se dejó de probaturas, apostó por un bloque y confía en que este grupo de jugadores está a punto de alcanzar la edad de la experiencia apoyados en la paciencia y la continuidad. La mitad de la plantilla lleva tres años o más jugando juntos y la garantía de prolongar la secuencia está firmada. Llull renovó el pasado verano hasta 2018; Rudy y Sergio Rodríguez tienen contrato hasta 2015; Mirotic hasta 2016 —aunque cada vez sobrevuela con más interés sobre él la NBA— y el capitán, Felipe Reyes, finaliza en junio pero tiene apalabrada su continuidad. También se cuenta con Suárez y Carroll. Los fichajes volverán a ser retoques que consoliden el grupo. “Creo a muerte en este grupo y en baloncesto que hacemos”, se apresuró a decir Laso tras caer ante Olympiacos. El proyecto no se tambalea. Con un porcentaje de victorias del 76,7% (99 en 130 partidos), el técnico vitoriano es el tercero con mejor balance entre todos aquellos que ocuparon el banquillo blanco en más de un centenar de encuentros. Solo Ferrándiz, con el 85% de triunfos y Lolo Sainz, con un 81,1, superan a Laso. Falta que cuaje la mezcla.