Inglaterra enloquece con ‘Fergie’
La jubilación de sir Alex provoca una catarata de elogios desmedidos y melodramáticos
El anuncio de que sir Alex Ferguson se jubila después de 27 temporadas al frente del Manchester United ha confirmado la creciente tendencia de los británicos al sentimentalismo y el melodrama. O al menos de sus medios de comunicación. Por grande que haya sido la trayectoria del escocés y deslumbrante su palmarés de 38 trofeos (31 si se excluyen las Copas de la Liga y las Supercopas), ¿se puede decir seriamente que ha “transformado el fútbol mundial” o que su retirada tiene un impacto “equivalente a la caída del muro de Berlín” o que es “el británico más importante de la historia”, como se ha dicho estos días en las islas Británicas?
Si Shakespeare, Churchill, Darwin, Newton, Nelson o Chaplin levantaran la cabeza quizás reclamarían ese título para sí mismos. O quizás George Best, a cuya muerte no faltó quien le puso por encima de Pelé y Maradona. Es difícil aceptar que Ferguson haya cambiado realmente el perfil del fútbol mundial. Desde luego, nadie ha recordado estos días que hiciera alguna aportación sustancial desde el punto de vista táctico. Si algo ha cambiado en el fútbol es la entrada masiva de dinero procedente de las televisiones, que ha facilitado que la Copa de Europa se transformara en la Liga de Campeones. Y el dinero de la televisión empezó a entrar a sacos en el fútbol inglés en 1992, antes de que sir Alex ganara su primera Liga con el Manchester United. Quizás el héroe invisible sea Rupert Murdoch…
Es difícil aceptar que Ferguson haya cambiado realmente
Otra cosa que ha cambiado en el fútbol inglés es la llegada del dinero de los súperricos, como el de Roman Abramovich al Chelsea o los petrodólares de los Emiratos al Manchester City. Poco que ver con Ferguson.
¿Es su carácter lo que le otorga el aura? Si es así, Mourinho podría reclamar la corona. ¿O es el palmarés lo que le consagra como el mejor entrenador de la historia? Lo realmente destacable en ese palmarés son sus 13 triunfos ligueros en 27 temporadas. Una buena colección que subraya sobre todo la coherencia de su club al dejarle en el banquillo en tiempos de vacas flacas: las cinco primeras temporadas sin ganar una Liga al llegar al club o los tres años de sequía entre 2004 y 2006. Pero su palmarés europeo es raquítico en relación a todo el tiempo que ha estado en el banquillo de Old Trafford: dos Ligas de Campeones más bien de carambola \[contra el Bayern en el descuento y contra el Chelsea por penaltis\] y una Recopa. Poco título para tantos años.
Se podría discutir si ese palmarés tiene más mérito que las seis Ligas y tres Copas de Europa que Bob Paisley ganó para el Liverpool en 10 temporadas. O las nueve Ligas y dos Copas de Europa de Miguel Muñoz en 16 años en el Real Madrid. O las tres Ligas y dos Ligas de Campeones de Guardiola en tan solo cuatro años en el Barcelona. O las dos Ligas y dos Copas de Europa en tres años con el Real Madrid y un mundial y dos Eurocopas con España que tiene Vicente del Bosque. Todo es discutible. También es discutible el súbito ascenso a los cielos como número mundial de sir Alex Ferguson, que ayer pidió el apoyo de la afición a su sucesor, David Moyes, después de que un gol a última hora de Ferdinand (2-1) le diera ante el Swansea su primer triunfo como entrenador prejubilado. Otro récord, seguramente.
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