Jasikevicius: “Yo no tengo un clic para que juguemos bien”
Sarunas Jasikevicius es un referente en el Barcelona Regal desde su primera etapa en el equipo, en 2000 tras haber estado a punto de ser el primer verdugo de una selección de Estados Unidos con jugadores de la NBA, en los Juegos de Sidney. A medida que se acerca la Final a Cuatro y el clásico europeo contra el Real Madrid, el viernes en Londres (21.00), las miradas convergen en el jugador lituano que, a los 37 años, cumple la primera temporada desde su regreso al Palau. No en vano, ha estado seis veces en la gran cita anual de la Euroliga y ha ganado cuatro títulos: 2003 con el Barcelona, 2004 y 2005 con el Maccabi y 2009 con el Panathinaikos.
Pregunta. El desafío se plantea frente a un rival al que conocen muy bien.
TRAYECTORIA
Lietuvos Rytas (1998-1999)
KK Olimpia Ljubljana (1999-2000)
FC Barcelona (2000-2003)
Maccabi Tel Aviv (2003-2005)
Indiana Pacers (2005-2007)
Golden State Warriors (2007)
Panathinaikos BC (2007-2010)
Lietuvos Rytas (2010)
Fenerbahçe Ülkerspor (2011)
Panathinaikos BC (2011-2010)
FC Barcelona (2012-)
Respuesta. Tenemos muy claro dónde podemos hacerles daño y también dónde están más fuertes. Ya nos hicieron mucho daño la semana pasada \[78-65 en la Liga Endesa\], sobre todo con el rebote de ataque. Debemos controlar el ritmo y evitar que nos metan puntos fáciles de contrataque. Es uno de los equipos más rápidos de Europa. También sabemos que seguramente recibiremos muchos puntos de su línea exterior, donde crean más. De una forma u otra tenemos que bajar su rendimiento, sus porcentajes, hacer que no jueguen cómodos.
P. Sin Mickeal, y con Jawai y Wallace con lesiones que les hacen ser duda, el panorama no es el mejor para el Barça...
PALMARÉS
Eurobasket (2003)
Euroliga (2003, 2004, 2005, 2009)
Oro en el Europeo de Suecia de 2003 con Lituania
Bronce en el Europeo de España en 2007 con Lituania
R. El equipo llega un poco tocado, quizás de forma exagerada. Pero es lo que hay. Seguimos creyendo que tenemos nuestras opciones. De las bajas, lo de Pete lo tengo bastante asumido y lo de Nate... ojalá se recupere, pero hay gente para hacer buen partido.
P. Su importancia en el equipo ha aumentado a medida que avanzaba la temporada.
R. Está claro. El entrenador quería ir poco a poco y yo no estaba muy preparado al principio tras un verano muy difícil. Ahora me siento mucho mejor. Siempre he jugado de base y de escolta y estoy haciendo lo mismo.
P. ¿Es una ventaja su experiencia en las Finales a Cuatro?
R. Puede ser, pero tampoco te garantiza nada. Depende cómo llegas al día del partido. Si llegas descansado, con el cuerpo y la mente preparados. A nivel de equipo seguro que llegamos bien. Estamos haciendo buenos entrenamientos y los entrenadores tienen bastante claro lo que tenemos que hacer. Luego tocará lo más difícil, ejecutar en la cancha.
P. ¿Recuerda una temporada con tantos altibajos y lesiones?
R. Con el Barça, en 2003 tuvimos que ir al campo del Olympiacos a ganar para clasificarnos; con el Maccabi nos clasificamos totalmente de milagro; con el Panathinaikos, jugamos un baloncesto fatal durante los cuatro primeros meses. Si se mira bien, hay problemas en todas partes. Cada equipo, cada jugador, sufre mucho para llegar a una de estas citas. Este año es un pelín más difícil, pero es lo que hay.
“Tenemos claro dónde podemos hacerle daño al Madrid y dónde está más fuerte”
P. ¿Cuál es la clave?
R. Los pequeños detalles. ¡Este es un juego tan de detalles!
P. El Olympiacos, que ganó el año pasado contra pronóstico, ¿es un ejemplo de lo que dice?
R. Sí. Es un equipo bien entrenado. Tienen claro lo que quieren, ejecutan y se ayudan mucho en la cancha. Están las cosas grandes: penetrar, meter tiros libres, triples... Pero todo empieza con cosas pequeñas: un buen bloqueo, un sprint, una ayuda defensiva. Son pequeñas cosas que un seguidor normal es imposible que perciba.
P. ¿Se pone muy nervioso ante una cita tan importante?
R. Antes, cuando faltaba una semana ya no dormía. Llegaba al límite de los nervios. Cuando empiezas a correr, todo va mejor. En las horas previas sufro bastante.
P. ¿De qué final guarda mejor recuerdo?
“Antes, a una semana para la cita ya no dormía. Iba al límite de los nervios”
R. Si digo una, pensaré que otra también tuvo algo especial</CF>... Lo recuerdo todo muy claro. En 2003 estaba tan nervioso que jugué una Final Four fatal. Gracias a Dios que tenía junto a mí a gente con más experiencia, que me ayudó. Ahí sí que no dormía 10 días antes, o dormía con pastillas. Y en la cancha también iba un poco precipitado en todo. Luego, la alegría de ganar fue enorme: no sabía ni qué hacer conmigo mismo.
P. En las dos que ganó con el Maccabi su juego ya era mucho más maduro.
R. Sí. Jugué muy bien en Tel Aviv, en Moscú, en Berlín. Quizás el estilo de juego del Maccabi me fue mejor. Jugar con ese ambiente de Tel Aviv fue brutal, como en el Sant Jordi. Cada canasta se celebraba como un gol en el Camp Nou, fue increíble.
P. Es el momento culminante de la temporada. Ahora es cuando más se espera de usted y que ayude a templar los nervios...
R. ¿Cómo los vas a controlar? ¿Qué voy a hacer? ¡Plas! ¿Y ahora estoy mejor de los nervios? Yo creo que el día de partido me saldrán. Es imposible de controlar. Somos humanos. Yo no hablo en el vestuario con todos los chicos sobre ello. Ya son mayores y si quieren algo, que me inviten a cenar. Yo no tengo ningún clic para decir: ‘¡Ahora vamos a jugar bien!’. Influyen muchas cosas.
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