El Manchester United gana sin pasión
El cuadro de Ferguson conquista su vigésima Liga sin entusiasmo ni rival en el torneo El técnico escocés suma su decimotercera Premier con la duda sobre el futuro de Rooney
El Manchester United hubo de combatir cierta rutina anoche el Old Trafford, tras batir al Aston Villa (3-0), y conquistar su vigésima Liga. Sin el entusiasmo de otras épocas, sobre todo durante el resplandor del triplete de 1999, cuando el United representaba la fuerza emergente de Europa. Sin rivales en Inglaterra, el éxito ha llegado con mucho adelanto, el 22 de abril, el segundo más rápido de la historia tras el logrado por el propio United el 14 de abril de 2001. Pero silenciado por el Madrid en los pasados octavos de final de la Champions, el triunfo doméstico ha pasado a un segundo plano.
Los mismos jugadores se han quejado del escaso fervor despertado entre sus seguidores por esta decimotercera Liga de Alex Ferguson, el entrenador desde 1986. “Somos un equipo de maratonianos”, reivindicó el lateral izquierdo francés Evra. “Siempre remontamos. La Liga no es un sprint sino un maratón. En los siete años que he estado aquí, siempre ha sido igual: si pierdes un partido es el fin del mundo”. El técnico escocés, de 72 años, ha gobernado la Premier League desde su fundación, en la campaña 1992-93, dejando solo los restos a otros cuatro conjuntos: tres títulos del Arsenal, tres del Chelsea, uno del Blackburn Rovers (1994-95) y uno del Manchester City (2011-12).
Palmarés de la Liga inglesa
- Manchester United 20
- Liverpool 18
- Arsenal 13
- Everton 9
- Aston Villa 7
- Sunderland 6
- Chelsea 4
A pesar de los 16 puntos respecto al segundo, el Manchester City, y las 26 victorias en los primeros 36 encuentros, este vigésimo trofeo llega envuelto de melancolía. Contagiada tal vez por la decadencia de su principal referencia en los últimos años, Wayne Rooney, que anoche jugó de volante. Las palabras de Ferguson, al asegurar su negativa a traspasarlo, contradicen los hechos, apartándolo de las citas cumbre: lacerante fue su ausencia de la alineación frente al Madrid en la vuelta de Old Trafford (en la ida jugó casi de defensa). A los 27 años, algunos ven a Rooney prematuramente envejecido (empezó a los 16 en el Everton), mientras otros le aconsejan airearse en otro sitio. Sus números -16 goles en 34 partidos- están en un punto intermedio. Rooney hace su trabajo, pero ha perdido el fuego de cuando admitía comparaciones con Messi o Cristiano.
Van Persie y Carrick han sido los mejores. La profundidad de la plantilla y la mentalidad, claves del éxito
En el lado positivo, Robbie Van Persie ha estado a la altura de lo que se esperaba de él al ficharlo el pasado verano al Arsenal por 24 millones: 28 tantos en 43 partidos, 24 de ellos en la Liga, eclipsando a Rooney y también a Chicharito, que sigue sin explotar en el torneo inglés: 16 dianas en 30 participaciones, 18 de titular. Por detrás de Van Persie, al media punta japonés Shinji Kagawa, procedente del Dortmund por 15 millones, le ha costado más integrarse en el entramado del United. En su segunda campaña, David de Gea ha tomado las medidas de las porterías de Old Trafford, elegido por la hinchada como el mejor jugador del mes de marzo. Una regularidad representada por el mediocentro Michael Carrick, en el grupo de los seis mejores del campeonato votados por los futbolistas de la Premier. Ferguson sigue confiando en los veteranos y ya ha pedido la renovación de Rio Ferdinand. Se le adelantó Ryan Giggs, que, camino de los 40 años, contribuyó con cinco tantos en 23 encuentros. La profundidad de la plantilla y la mentalidad de Ferguson, otra vez fueron las claves del éxito.
Pero las victorias se miden por la entidad de los adversarios y estos han sido decepcionantes. Sobre todo el anterior campeón, el Manchester City, con 20 goles menos que a estas alturas del ejercicio pasado, sin el brillo de entonces de Silva y Agüero. Ni consuelo pese a alcanzar la final de la Copa inglesa el día 11 de mayo ante el Wigan de Roberto Martínez.
El Chelsea tampoco opuso resistencia. Decapitado primero Roberto Di Matteo y cuestionado desde el minuto 1 el siempre “interino” (así se le ha recordado en cada alusión los grandes periódicos) Rafa Benítez. Tras ganar la Champions inesperadamente, colgado del larguero de Múnich, el dueño, Roman Abramovic, esperaba el espectáculo de juntar a Mata, Hazard y Oscar. Insuficiente en un equipo descompensado, sin defensa ni centro del campo fiable, refractario a la adaptación de Torres en el ataque tras la marcha de Drogba. Y, por último, fallido ha resultado una vez más el Arsenal de Arsène Wenger, tocado por la marcha de Van Persie a pesar del notable estreno de Cazorla en el medio del campo. El United sigue ganando pero necesita recuperar la pasión para encender El Teatro de los Sueños.
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