Salom le birla a Viñales la primera pole

Ha perdido al menos cuatro kilos este invierno. Lo que significa que Maverick Viñales, de 18 años y 1,70 metros de estatura, pesa ahora apenas 57 kilos. Se le nota en la cara. “Es que si no la KTM no corre lo suficiente”, concede él con una media sonrisa, consciente de cuánto penalizan los kilos de más sobre esas pequeñas motos de 250cc y cuatro tiempos cuyo peso mínimo entre moto y piloto debe ser de 148 kilos. Hecho el esfuerzo, a base de dieta y horas de entrenamiento, el piloto de Roses (Girona) no pensaba dejar escapar la oportunidad de debutar en el Mundial con buen pie, dado su talento y su excepcional irrupción en el campeonato hace solo dos años. Ni siquiera el terrible accidente que sufrió hace poco más de dos semanas debía impedirlo. Y por poco se lleva la primera pole position de la temporada en Losail, que terminó en manos de Luis Salom, que consiguió la primera de su carrea profesional.

Viñales se amputó la primera falange del dedo anular de la mano derecha como consecuencia de una caída el tercer día de tests de pretemporada en Jerez. Y al día siguiente fue operado para reconstruir la zona, hace exactamente 16 días, por el doctor Xavier Mir, el mismo que le quitó los puntos ya en Catar para que el chico pudiera competir en los primeros entrenamientos libres. Salió a la pista con la herida aún fresca, el dedo inflamado, y bastante dolor. Pero tenía que intentarlo. Y rodó con paciencia, con la pausa del que se sabe con talento suficiente para dar el do de pecho cuando realmente vale la pena, esto es en la sesión de clasificación del sábado. Peleó con Rins, Folger y Salom, finalmente el vencedor del envite, por una primera pole en Catar, donde arranca el Mundial bajo los focos del circuito Losail.

Son los cuatro favoritos al título. Tres españoles, que terminaron copando la primera línea de la parrilla, y un alemán enmarcado en un equipo español, el equipo de Aspar. Y tres KTM oficiales, las de los tres primeros clasificados este sábado, y una Kalex con motor KTM, la del chico de la sonrisa difícil, ese que no acierta a saber si fue primero la gallina o el huevo, que madura a pasos forzados después de convertirse este invierno en papá con solo 19 añitos. Saldrá cuarto el domingo, superado en la última vuelta por Rins, tres décimas más rápido. Y peleará por la victoria con el irreductible Salom, que empieza a creerse más que nunca que puede ganar el título, por fin, con el talentoso Viñales, a quien no le frena ni una lesión tan terrible como la que sufrió en Jerez, y al rookie del 2012: Àlex Rins, tan fiero en la pista como discreto fuera de ella.