Jota salda su deuda
Hombrados cumple su deseo de jugar al menos un partido después de partirse el cruzado y antes de las elecciones a presidente, que le podrían retirar
“¡Vamos, Jota!, ¡Vamos, Jota!”. Los gritos de Talant Dujshebaev retumban en José Javier Hombrados, sentado en el banquillo visitante del Max Schmeling de Berlín. Llegó el momento. Cinco meses y medio después de partirse el cruzado, tras cientos de horas de rehabilitación y con solo una semana de entreno, Jota, 41 años el próximo 7 de abril, regresaba a una pista. Para volver a ser determinante.
Técnico y guardameta habían acordado que en caso de necesidad disputaría a lo sumo 30 minutos. “Vi en el marcador que era el minuto 16.44 y pensé que jugaría hasta el descanso, volvería a salir Magnus [Dahl] y luego probablemente regresaría yo”, recuerda Jota. Pero, en el fondo, los dos sabían que si las cosas marchaban bien, lejos de prescindir de él Dujshebaev lo mantendría sobre el 40x20. “Talant tenía mucha confianza en mí, sobre todo por la experiencia en este tipo de partidos, porque sabía lo que podía hacer y lo que no, también por ese punto de respeto que infundes al rival, que te conoce”.
Al principio tienes un cierto complejo, pero en cuanto tocas el primer balón se te pasa" Hombrados
“Al principio tienes un cierto complejo, pero en cuanto tocas el primer balón se te pasa, sientes algo extraño”. Ese primer lo tiene grabado Jota: “Sellin lanzó desde el extremo derecho, le ofrecí el palo corto y el balón me golpeó en el pecho”. Un golpe de realidad para los ‘zorros’; una inyección de adrenalina y motivación para los rojiblancos. Cuatro intervenciones más en la segunda parte para evitar que el Füchse se fuese en el marcador, fueron determinantes para lograr el pase a cuartos de final. “No salí con miedo porque era consciente de que no podía ir con el freno de mano echado”. Hasta que llegó el cañonazo de Jaszka a falta de 10 segundos que repele, aunque él siga con dudas: “No sé si la toqué, la verdad, tengo la sensación de que no, pero al menos cubrí bien el palo”.
Terminado el encuentro, todos los jugadores se agolparon ante un abrumado Hombrados. En un resquicio, Jota se abrazó con Luis González, el médico rojiblanco. Se cruzaron una mirada de complicidad que expresaba mucho más que el “enhorabuena”, “muchas gracias” que se dijeron. Fue González al fin y al cabo el único que vio cómo Jota rompía a llorar en octubre al ver que después de pincharle en la rodilla salía sangre, señal inequívoca de que se había partido el cruzado; se perdía el Mundial de España y, por qué no, había disputado sus últimos minutos como profesional.
Jota es una máquina de trabajar, mantiene una ilusión con 40 años por cualquier cosa increíble" Luis González, médico del Atético
Una sensación frustrante que duró solo hasta después de la operación. Se negaba a pensar que su última imagen en una pista fuese salir de ella cojeando. “Jota es una máquina de trabajar, mantiene una ilusión con 40 años por cualquier cosa que es increíble”, concede González, que celebra la perseverancia del portero durante estos meses, la seriedad de buen paciente, fiel a sus tres horas de rehabilitación diarias… “También que fue muy bien operado por el doctor Pedro Guillén, al que él eligió en parte por su vinculación atlética”, añade el médico, para quien fue clave el proceso de ligamentación del tendón que le injertaron a Hombrados, que no prolongó una recuperación ya de por sí lenta.
Decir que el de este domingo fue el último partido de Hombrados puede acabar siendo carne de hemeroteca en cuestión de meses. De salir elegido presidente, deberá renunciar a su licencia como jugador. Hasta entonces, tiene claro que no volverá a jugar en Liga hasta que no pase el proceso electoral: “Mi trabajo está enfocado a la federación”, insiste. Otra cosa es Europa. Y aunque insiste en que entre sus planes no entra disputar los cuartos de final –la ida se disputa entre el 20 y 21 de abril y las elecciones son el 22- tampoco lo descarta. De momento, disfruta de su última hazaña. La que ha agrandado el mito. La que ha servido para saldar una deuda consigo y cumplir la promesa de que volvería a salir andando de una pista de balonmano.
Barça-Atlético en cuartos
Cruces
Atlético de Madrid-Barcelona
Metalurg (UCR)-Vive Targi Kielce (POL)
Kiel (ALE)-Vezsprem (HUN)
Flensburgo (ALE)-Hamburgo (ALE)
Fechas
Ida: 17-21 de abril
Vuelta: 24-28 de abril
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