Varane sigue en ebullición

“La hierba no miente”, suele decir un director deportivo de un gran club europeo cuando analiza el rendimiento de un jugador. Y esa verdad, lo que lo acontece en la hierba, medido en 11 batallas individuales en la que cada futbolista trata de imponerse en su zona y en sus labores, está siendo rotunda en los diagnósticos con Raphael Varane.

A los 19 años, está en plena ebullición, devorando etapas con la precocidad natural que genera un talento joven que no se resiente con la trascendencia de las citas. Su debut como internacional absoluto el viernes se desarrolló con la misma naturalidad con la que se ha hecho un hueco en el Madrid. “Este es un paso más. Tanto él como Pogba [el otro debutante] han enseñado el gran potencial que tienen. Este es un paso más, ya se puede decir que son internacionales”, explicaba el seleccionador francés, Didier Deschamps, al término del partido ante Georgia (3-1).

Tiene una madurez impropia para su edad. Es el futuro de Francia" Deschamps, seleccionador francés

Se encuentra Varane en esa fase en que en cada partido justifica el porqué de su explosión. Ha emergido con tanta fuerza en el Madrid que Pepe, el defensa de cabecera de Mourinho, aún no ha conseguido desplazarle desde que se ha recuperado de su lesión. Incluso el técnico portugués ha hecho retornar a Sergio Ramos al lateral derecho en algún partido para no tener que sacar del equipo a un central que el viernes hizo su debut con la selección absoluta francesa. Si a Mourinho le está poniendo difícil prescindir de él, a Deschamps también le ha generado un debate del que Varane sale ganador. El martes, Francia tiene a su alcance más de medio billete directo hacia el Mundial y la prensa y los aficionados galos han empezado a clamar por su titularidad ante España. Su actuación derivó en una tormenta de elogios que han puesto en un brete a Deschamps. ¿Cómo sacar del equipo titular a un central que se ha doctorado frente al Barça en la Copa o frente al United para dar entrada a Koscielny, central del Arsenal, un equipo que lleva un lustro rajándose por el eje de la defensa?

Como sucedió en los partidos con su club, Varane respondió a la confianza de su seleccionador con una de esas actuaciones que reafirman el tópico de que el fútbol no reconoce edades con los jugadores que se imponen y gobiernan en su campo de acción. No atacó mucho Georgia y por ahí no estuvo demasiado exigido, pero siempre estuvo bien colocado. Destiló en cada acción ese poso natural y convencido en todo lo que hace que ya le ha validado ante el exigente Bernabéu. Un balón suelto recuperado por colocación por aquí, un salto de cabeza ganado por allá o una salida limpia y natural de la pelota que tuvieron el reconocimiento de las gradas de Saint Denis y del propio Deschamps. No estuvo implicado en la marca en los dos remates más peligrosos de los georgianos. Las ocasiones visitantes más claras las concedió su compañero en el eje de la zaga, Shako. Tampoco erró en el tanto georgiano, mal defendido y peor despejado por su pareja. Es más, Varane estuvo a punto de cortar la trayectoria del remate de Kobakhidze.

“He sentido la misma presión que en el Madrid, aunque una emoción diferente. He jugado los clásicos, pero esto es diferente. Llevar la camiseta azul... Sentí escalofríos cuando escuché el himno”, relató Varane, al que Mourinho aconsejó que no diera entrevistas individuales durante la concentración con su selección. “Soy introvertido, aunque trato de abrirme con la prensa, pero debo tener los pies en el suelo para no resbalarme”, asegura.

Cuando Deschamps decidió convocarle para estos dos partidos decisivos no dudó en afirmar que “tiene una madurez impropia para su edad. Es el futuro de Francia”. Presente, le demandan ya sus compatriotas.