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Alonso da un volantazo

El español celebra al fin el rendimiento del Ferrari: “Prefiero que gane Kimi a Red Bull”

O. PUIGDEMONT

Sería por el mal rato que pasó en Melbourne el año pasado que Fernando Alonso decidió centrarse en celebrar el segundo puesto que acababa de lograr antes que darle vueltas a las posibilidades reales de ganar que había tenido. En el arranque del último Mundial, Ferrari compareció en Australia con el F2012, un bólido que resultó ser un segundo y medio más lento que el más rápido (McLaren). El sopapo que los dos Red Bull dieron en la sesión cronometrada de este domingo por la mañana no presagiaba nada bueno para el equipo italiano, que, sin embargo, se embarca rumbo a Malasia mucho más reforzada que cuando llegó. La consistencia del F138 fue notable tanto en manos del español como de Felipe Massa (terminó el cuarto), y no hay mejor termómetro que la comparación entre ambos para calibrar el potencial del coche.

Lotus asusta porque es muy competitivo y ya peleó por el último campeonato"

El brasileño arrancó el cuarto, justo por delante de su compañero, y allí le mantuvo hasta que el asturiano dio un volantazo, decidió cambiar el guión establecido y adelantó su segunda entrada en los talleres (vuelta 20). Con ello, Alonso se lo quitó de en medio, a él, a Sebastian Vettel y a Adrian Sutil, en una maniobra que le catapultó y que hizo que sus opciones de terminar en el podio se multiplicaran exponencialmente. No quedó del todo claro si la decisión final la tomó él o quienes le guiaban desde el muro, pero lo evidente es que a Massa no le sentó demasiado bien.

“Cuando estás detrás es más fácil tomar riesgos y parar antes. Esta vez le funcionó”, dijo el corredor paulista, lógicamente mucho más frustrado que su vecino. “Siempre existe un margen de tres o cuatro vueltas con las que puedes jugar en función de cómo transcurren las cosas. En este caso, yo me sentía mucho más rápido que aquellos que tenía delante”, justificó Alonso. “A Fernando le estaban frenando y había que tomar un atajo. Le comentamos esta posibilidad y le pareció bien”, resolvió, sin dar más detalles, Stefano Domenicali, director de la Scuderia.

Más allá de situaciones puntuales, esta primera parada del calendario permite concluir, al menos hasta el domingo que viene, que Lotus, Ferrari y Red Bull están casi a la par. Y este es, ni más ni menos, el escenario que el ovetense no se ha cansado de reclamar en los tres años que lleva compitiendo para el constructor de il cavallino rampante. “No pedimos un coche que sea un segundo más rápido que los demás, sino uno con el que podamos luchar con ellos. Lotus asusta porque es tremendamente competitivo y ya peleó por el último campeonato. Hoy por hoy, su prototipo degrada los neumáticos mucho menos que el nuestro. De todas formas, prefiero que gane Kimi a que lo haga un Red Bull”, se sinceró el bicampeón del mundo.

No pedimos un coche que sea un segundo más rápido que los demás, sino uno con el que podamos luchar con ellos"

Pasa el tiempo y los malos recuerdos pierden fuerza pero no se olvidan. En ese sentido, los que más le amargan a Alonso son las dos coronas que perdió frente a Vettel (2010 y 2012). Su frustración es enorme porque considera que, en ambos casos, su rendimiento individual fue excepcional. “Red Bull ha ganado dos de sus títulos en la última carrera, y eso que disponía de un monoplaza que era un segundo más rápido que el resto. Sacar el máximo partido a lo que tienen no es una de sus virtudes”, ironizó. “Su monopolio es el de siempre, porque normalmente terminan primero y segundo en todos los ensayos aunque después siempre les pasa algo: unas veces es la salida, otras la falta de fiabilidad y otras que desgastan mucho las gomas. Este fin de semana parecía que lo dominaban todo y han terminado terceros”, remachó la punta de lanza de Ferrari, que vuelve a liderar el Mundial de constructores tres años después.

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