Mucho más que un entrenador

Cuando Nicola Rizzoli pitó el final del partido ante el Oporto, Manuel Pellegrini levantó los puños hacia el cielo. Se escuchó un sonoro “¡vamos Málaga!” antes de fundirse en un gran abrazo con su ayudante, Rubén Cousillas, exportero argentino del San Lorenzo. Un instante de emoción poco habitual en un hombre que suele manejar bien la expresión pública de sus sentimientos. El chileno tenía poderosas razones para hacerlo después de plasmar un nuevo milagro con el Málaga. Desde su llegada en otoño de 2010 al equipo andaluz no ha hecho sino acumular éxitos: lo salvó del descenso en su primera temporada para luego lograr un histórico cuarto puesto en la segunda. En la actual, tiene al Málaga cuarto en la Liga y en cuartos de la Liga de Campeones tras quedar campeón de su grupo. Atrás quedaron el Panathinaikos, el Zenit, el Milan, el Anderlecht y el Oporto.

“Lo de Manolo es increíble”, aclara Mario Husillos, director deportivo del club andaluz, que guarda una magnífica sintonía con el chileno, un forjador de gestas. Como en el Villarreal, al que llevó a semifinales de la Liga de Campeones en 2006 siendo un equipo debutante en la competición, como este Málaga al que le ha cambiado la vida. “Estamos en las mejores manos por su calidad futbolística y mentalidad”, recalca Husillos. Guía del grupo en verano, Pellegrini hizo de la necesidad la mejor virtud posible. En pretemporada, cuando el proyecto se descomponía, reunió a los jugadores para hacerles ver que ellos, con su rendimiento, podían salvar al club. Ahora, son ya 22 millones de euros los que ha ganado el Málaga por su gran trayectoria en la Liga de Campeones.

Inalterable, se sobrepuso a las ventas de Cazorla, Mathijsen, Rondón y la más reciente de Monreal. El Málaga siguió compitiendo. Y sin noticias del jeque, que se dejó ver por el palco de La Rosaleda solo el día del Milan. Fue el 24 de octubre. Luego, el 21 diciembre, la UEFA excluyó al Málaga de Europa por impagos. Un día después derrotaba al Madrid.

Su promedio en la Liga de Campeones es muy bueno: con 38 partidos disputados, ha ganado 14, con 17 empates y solo siete derrotas. “Ya me pasó en Villarreal. Cada triunfo que logramos con el Málaga en la Liga de Campeones es doble porque es el primero. Eso crea un ambiente especial”, afirmó Pellegrini tras consumarse la eliminación del Oporto.

Al conjunto castellonense lo llevó a las puertas de la final tras eliminar al Rangers y al Inter de Milán. También logró acceder a cuartos de final en la temporada 2008-09 después de apear al Manchester United en la fase de grupos. “A nosotros nos cambió la vida y la mentalidad. Se acabó el Villarreal que peleaba por los 42 puntos. Nos dio un plus para hacernos mejores y rendir de forma constante. Tiene un control absoluto de la situación con su cuerpo técnico. Es muy trabajador y honesto”, afirma Josico, centrocampista de ese Villarreal que llegó a semifinales de la Champions.

“Cuando no trabajas con él te das cuenta de todo lo que te aporta. Tácticamente reserva a los mejores jugadores para que exploten en ataque. Con nosotros lo hacía con Cazorla y ahora lo repite con Isco o Joaquín”, añade Josico.

“Da mucha libertad al futbolista y es muy inteligente. Ficha a los jugadores que necesita para su sistema. No se mete en la vida privada del futbolista, pero sí te exige compromiso a la hora de entrenarte y competir”, aclara Ángel, lateral del Villarreal subcampeón de Liga en 2008, ahora en el Betis.

Solo en una ocasión esta temporada Pellegrini estuvo a punto de arrojar la toalla. A mediados de octubre intercedió con el jeque para que le pagara los sueldos atrasados a los jugadores a finales de ese mismo mes. El jeque no cumplió y el chileno, que había empeñado su palabra, estaba dispuesto a coger las maletas. Los impagos se arreglaron y el Málaga siguió compitiendo bien. “Es una persona que da la cara por ti. A mí nunca me falló”, recuerda Josico, quien desvela una faceta menos conocida del técnico: “También usa sus tretas. Recuerdo que en la ida de la semifinal ante el Arsenal lo pasamos muy mal con el césped rápido y corto de los ingleses. A la vuelta, nos tuvo entrenándonos 15 días con el césped alto. Así jugamos en El Madrigal y los del Arsenal lo pasaron fatal. Estuvo a punto de salirnos bien”, recuerda Josico, quien exculpa al técnico del fracaso europeo del Madrid cuando lo dirigió el chileno: “No lo dejaron. Los que mandan no confiaron en él”.

La clave está en el carácter ganador de los jugadores del Málaga” Pellegrini

“Lo de Pellegrini no es casualidad. Ya triunfó en el Villarreal, en el Madrid y ahora en el Málaga. Es el fruto de un trabajo bien hecho”, recalca Quique Álvarez, capitán del equipo castellonense en la semifinal ante el Arsenal. “Ha sabido mantener al grupo al margen de tanto lío. Manuel va con sus ideas a muerte. Es una propuesta que gusta al futbolista, al que hace rendir sin ser un pesado”, remacha Álvarez, ahora en el fútbol base del Barça.

Mientras su cotización sube como la espuma y ya se habla como futurible del Manchester City, Pellegrini, como siempre, escapa del protagonismo. “La clave del Málaga está en el carácter ganador de sus jugadores y en su personalidad”, dijo en plena euforia por la histórica clasificación a cuartos de este gran Málaga, donde todos desean un cruce con el Galatasaray en busca de las semifinales.