El Mallorca no se rinde
Dos goles de Alfaro baten a un Sevilla plano y con escaso juego y sitúan a los de Manzano a un punto de la salvación
Había ganado mucho terreno el Sevilla de Emery. Fuerte y voraz en su estadio, el equipo andaluz había dado síntomas de sensible mejoría. El técnico vasco planteó el duelo de Mallorca como una auténtica final en lucha por los puestos europeos y la respuesta de su equipo debió dejarle asombrado. Superado por el Mallorca, el Sevilla volvió a ofrecer los síntomas de la decadencia en la que estaba sumido antes de la llegada de Emery. Un equipo plano, sin intensidad, de poca llegada, con una defensa débil e inestable. Solo existió el Sevilla en un chispazo de calidad de Rakitic, que asistió a Negredo para que este marcara con elegancia. Poco más se vio de un equipo que tenía aspiraciones de grandeza y que se vino de las Baleares muy tocado.
Lo derrotó un Mallorca que respira gracias a las carreras de Giovani y el orden de un futbolista con muchas opciones de crecimiento, Pina. Manzano vio claro el encuentro y lo planteó a la contra, agazapado atrás. Lo dibujado en la pizarra por el técnico andaluz salió a la perfección al conseguir Alfaro batir a Beto tras un rechace del meta portugués. En la jugada crujió toda la defensa del Sevilla, atontada y sin capacidad de reacción.
Mallorca, 2 - Sevilla, 1
Mallorca: Aouate; Hutton, Nunes, Bigas, Kevin; Pina, Martí (Javi Márquez, m. 73), Tissone; Alfaro (Hemed, m. 77), Víctor y Giovani (Nsue, m. 90). No utilizados: Calatayud; Anderson, Ximo y Fontás.
Sevilla: Beto; Coke (Cicinho, m. 80), Fazio, Botía (Reyes, m. 67), Fernando Navarro; Medel, Kondogbia (Babá, m. 51); Navas, Rakitic, Alberto Moreno; y Negredo. No utilizados: Palop; Maduro, Stevanovic y Manu.
Goles: 1-0. M. 16. Alfaro. 1-1. M. 61. Negredo. 2-1. M. 66. Alfaro.
Árbitro: Clos Gómez. Expulsó por doble amonestación a Javi Márquez (m. 93). Amonestó a Hutton, Martí, Giovani, Javi Márquez, Alberto y Cicinho.
Iberostar. Unos 20.000 espectadores.
El Mallorca se echó atrás y vivió de sus centrales y los robos de Pina. No pasó por apuros ante el fútbol plano del Sevilla, enredado en pases horizontales sin profundidad ni bandas. Teóricamente abocado al 1-0, el choque dio un giro radical cuando Rakitic le dio un buen pase a Negredo, que definió como los ángeles. Con el empate, el Sevilla volvió a hacerse un lío, como Emery con el cambio de Reyes. Lo sorprendió el Mallorca con un remate de Giovani desde el borde del área que dio en el palo. Acudió otra vez Alfaro para hacer el segundo gol ante la pasividad de la zaga. Sentenciado el Sevilla, apenas tuvo argumentos para conseguir un empate. Encadena dos triunfos el Mallorca y sigue vivo en la pelea por la permanencia. El Sevilla, por su parte, se pierde en la nada.
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