Un clásico a deshora
Tras el duelo de Copa, Madrid y Barça se citan en un incómodo partido de Liga Los locales miran al reto del martes con el United Xavi, baja en los azulgrana, con 16 puntos de ventaja
La jornada de hoy anuncia una nueva edición del clásico en un torneo distinto y a una hora desacostumbrada (16.00, Canal+ 1). Los condicionantes son muy diferentes a los del partido de Copa del martes pasado cuando el Madrid conquistó el Camp Nou (1-3). La Liga, de momento, es un monólogo del Barcelona, que sólo ha cedido dos empates, en Valencia y en su casa con el Madrid, y una derrota en Anoeta. La excelente trayectoria azulgrana contrasta con el desfondamiento madridista: hoy les separan 16 puntos. Al Barça, además, se le da bien últimamente el campo del Real Madrid cuando se trata del torneo de la regularidad: tres victorias y un empate en las últimas visitas.
Jordi Roura, el entrenador del Barcelona, no para de reiterar la importancia del encuentro. No se esperan concesiones por su parte en la alineación más allá de la ausencia de Xavi, el hilo conductor de hasta 37 clásicos por una lesión muscular que no se sabe tampoco si le permitirá jugar contra el Milan. Las novedades serán para mejorar las prestaciones del equipo y no por regular el esfuerzo de los jugadores con vistas a la Liga de Campeones —el partido contra el Milan se disputa el día 12—. Habrá seguramente un cambio por línea en un intento de detener la sangría defensiva —ya van 48 goles en 42 partidos— y para activar al resfriado Messi, quien ni siquiera tiró entre los tres palos de Diego López.
Al Barça, además, se le da bien últimamente el campo del Real Madrid cuando se trata del torneo de la regularidad: tres victorias y un empate en las últimas visitas.
Negado en la Copa, el 10 se redime normalmente en la Liga, torneo en el que ya cuenta 38 goles en 25 jornadas y acumula 15 partidos consecutivos dejando por lo menos un tanto. Messi y el Barcelona se exigen una actuación convincente como líder y Pichichi de la Liga. Ocurre que el último resultado siempre acostumbra a dejar secuelas psicológicas, sobre todo en el perdedor, y los azulgrana salieron el martes muy dañados de su estadio. Al Barcelona le cuesta jugar bien los partidos importantes y hay la sensación de que esta temporada el Madrid le ha tomado la medida no solo en el marcador: le ha ganado la Supercopa, le eliminó de la Copa y empató el encuentro de Liga en el Camp Nou. La incógnita está en saber si su superioridad en el mano a mano ha llegado hasta el extremo de poder cantar victoria con los suplentes. El madridismo está más pendiente de elegir el escenario de la final de Copa contra el Atlético y de la visita del martes a Old Trafford, el estadio del Manchester United, que de la Liga.
Así que para esta tarde se espera que Mourinho ponga en la alineación a futbolistas que han sido más noticia en la carretera —Benzema y Essien— que en el campo. Ayer se entrenó la plantilla al completo, salvo Casillas, que se recupera de su lesión en la mano. El entrenador puede que se guarde en el banquillo a Cristiano Ronaldo como ya pasó en Riazor. El 7 pasa por un momento de forma excepcional. Marcó las diferencias cuando salió contra el Deportivo y, sobre todo, en el Camp Nou. La cuenta de Cristiano Ronaldo aumenta a un ritmo parecido a la de Messi: el portugués le ha marcado 12 goles al Barcelona mientras que el argentino suma 17, uno menos que Di Stéfano, el rey del clásico.
Los desmarques al espacio del delantero del Madrid desestabilizaron el martes a la zaga del Barcelona, muy inestable, sobre todo porque los centrales se vencieron antes de tiempo, uno en cada gol del portugués y ambos en el de Varane a la salida de un córner. El equipo azulgrana no se corrige en defensa y tampoco encuentra la fórmula para ser más compacto y coordinar mejor los repliegues y su ofensiva. Los técnicos sostienen que han detectado los errores y admiten al mismo tiempo la dificultad para solucionarlos por la grandeza del Madrid. No se duda de la calidad de los futbolistas sino que los últimos partidos cuestionan su aplicación en la cancha.
Al Barça le interesa puntuar por efectos de resultado y por cuestiones de ánimo mientras que para el Madrid es la última oportunidad para engancharse al campeonato y prepararse para la Champions. No parece que la nueva cita apetezca en exceso a los dos equipos. Lo que pasa es que los clásicos siempre tienen vida propia y deparan cosas, incluso cuando se presentan en horarios tan extraños como el de hoy.
Canal+ cortará la señal a locales públicos no autorizados
Canal + pondrá en marcha durante la emisión del clásico entre el Real Madrid y el Barcelona un dispositivo especial destinado a cortar la señal del encuentro en aquellos locales públicos que estén haciendo un uso indebido de su contrato con la cadena.
La acción estará destinada a establecimientos que, en un uso fraudulento de su contrato, emitan la señal de Canal + como si fueran clientes particulares en lugar de hacerlo como local público, llevando a cabo un incumplimiento contractual.
Canal + dispone de un contrato comercial determinado para este tipo de locales denominado Bar +. Esta modalidad de abono a Canal + permite a los clientes una fácil identificación de los locales autorizados, ya que incorpora en la parte inferior derecha de la emisión un distintivo específico: una letra B en un círculo negro.
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