No se espera a Contador; a Vicioso se le busca
El abogado de Saiz renuncia a la declaración del ciclista de Pinto
Visto el juego de espejos que hizo que la declaración de varios testigos-ciclistas previos (aquellos como los olvidadizos Beloki, Nozal, Osa) convocados por la defensa se convirtiera en alegato a favor de las defensas, y quizás temiendo que su testigo, por la misma lógica, acabara alegando a favor de la acusación, el abogado defensor de Manolo Saiz, Ignacio Arroyo, decidió a última hora desconvocar a Alberto Contador, quien finalmente no hará el paseíllo en los juzgados el viernes.
Lo hizo quizás porque le habían llegado noticias de la Vuelta de Omán, en la que, según testigos, el chico de Pinto andaba todo el día como con dolor de muelas, malhumorado y arisco, y casi agresivo cuando se le preguntaba por la Operación Puerto. Lo hizo también porque, según la mecánica procesal, sería él quien primero interrogara a su testigo, dejando a la acusación el lujo de machacar los puntos y flancos débiles los últimos. Así, aunque Contador hubiera contestado que Saiz nunca le incitó a doparse cuando corría en el Liberty, que a los jóvenes los protegía y demás, ante la acusación, que podría ponerse agresiva, tendría que haber respondido por asuntos desagradables y no muy publicitarios, como su sanción por el clembuterol.
A Contador la Operación Puerto, que afectó de pleno a su equipo, el Liberty, desaparecido desde entonces, le pasó rozando. Sus iniciales (A. C.) figuraban junto a las de los otros ocho libertys que corrieron el Tour de 2005 en un papel con supuesta dosificación dopante establecida por Fuentes, aunque a A.C. y a L.L., supuestamente Luis León, suspendido ahora por su equipo provisionalmente, la prescripción aclaraba “nada o igual a J.J” (Jaksche).
De la Operación Puerto salió Contador limpio en la primera hora gracias a una carta de la federación española al director general del Consejo Superior de Deportes. En ella le explicaba que siguiendo sus instrucciones le había abierto expediente informativo a decenas de sospechosos, pero no así a Contador, pues el mismísimo Eufemiano Fuentes le había exculpado directamente en una entrevista radiofónica en El Larguero de la cadena SER.
Aunque penó más al principio, Ángel Vicioso, compañero de Contador en el Liberty en 2006, también fue capaz de rehacer su carrera y volver a correr en un gran equipo. Lo hace actualmente en el Katusha, ruso, un conjunto que recuperó el lunes su puesto en el WorldTour y que se alarmó ayer cuando oyó que la jueza había hecho pública su preocupación porque no había sido posible encontrarlo para entregarle su citación como testigo para el viernes. Una lumbalgia había impedido al ciclista aragonés testificar la semana pasada, cuando había sido convocado. Finalmente, Vicioso habló con su equipo: el problema, les dijo, es que ya no vivo en Alhama de Aragón, sino que me ido a Andorra: “Me ha llamado mi hermana diciendo que Paco, el sargento de la Guardia Civil, me andaba buscando. Ya le explicaré todo y el viernes estaré testificando en el juicio, diciendo lo que tenga que decir”. Lo hará por videoconferencia.
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