Del alarde de Ross e Irving a la nostalgia de las leyendas

La calidad y el ímpetu juvenil de Terrence Ross y de Kyrie Irving les valieron con justicia el triunfo en los concursos de mates y triples de la NBA. Se registró un magnífico nivel en Houston, pero a veces eso no basta. Flotó en el aire la nostalgia de los grandes dominadores en la materia, los que ya se jubilaron e incluso algunos de los que están en activo pero no se animan a competir en este tipo de eventos, caso de LeBron James o Blake Griffin.

El nivel técnico de los jóvenes ganadores de ambos concursos es indiscutible, pero se echa algo en falta, tal vez el factor sorpresa o bien algo más de pasión y competencia. Hasta Ross tuvo a bien escenificar uno de sus brillantes mates con la camiseta de Vince Carter, evocando el histórico triunfo en 2000 del entonces jugador de los Raptors.

Kyrie Irving, el base de 20 años nacido en Melbourne, criado en Nueva Jersey y forjado en la Universidad de Duke, ganó el concurso de triples. Su ronda final fue sensacional. Sumó 23 puntos, cuatro más que su rival, Matt Bonner. El base de los Cavaliers, número uno del draft de 2011, eliminó en la fase previa a los otros contendientes de la Conferencia del Este, el alero de los Knicks, Steve Novak, y el pívot de los Pacers, Paul George.

Irving es una de las promesas más firmes de la NBA, el único jugador de segundo año que también estará este domingo en el All Star. Fue el mejor ‘rookie’ la pasada temporada y en esta campaña es el sexto mejor anotador de la NBA con una media de 23,5 puntos, además de 5,5 asistencias y 3,7 rebotes, con un 42% de acierto en los triples. Irving releva en el palmarés de los triples al pívot de los Wolves, Kevin Love, ausente en esta ocasión ya que está lesionado. Bonner, con 19 puntos, se ganó el pase a la final tras eliminar Ryan Anderson, con 18, y Stephen Curry, con 17.

El concurso de mates fue para Ross, novato en la NBA a sus 22 años tras haber sido elegido la octava posición del draft de 2012 por los Raptors. Ross superó en la final a Jeremy Evans, el alero de Utah Jazz, campeón del concurso hace un año. Ambos libraron una final de un alto nivel. Evans le echó imaginación y en su primer intento en la final saltó por encima de un póster pintado por él mismo y que firmó tras saltarse por encima de él con las piernas abiertas y machacar el aro. El segundo mate lo ejecutó tras coger el balón de un compañero sentado en la pintura.

Los votos emitidos por cientos de miles de aficionados prefirieron el mate de Ross con la camiseta de Carter, tras haber recogido el balón rebotado de uno de los laterales del aro y dar un giro de 360 grados. Y un segundo mate tras volar por encima de un chaval y pasarse el balón por debajo de las piernas antes de emplastarlo contra la red.

Dos de los grandes favoritos se encallaron en la primera eliminatoria, James White, el veterano alero de los Knicks, y Gerald Green, el alero de los Pacers que ganó el concurso en 2007 cuando militaba en los Celtics, fallaron en la primera ronda. Green cortó la red e intentó un doble mate, sin conseguirlo. White tampoco estuvo fino en su segundo intento. El jurado formado por Rudy Tomjanovich, Dikembe Mutombo, Yao Ming, Hakeem Olajuwon y Clyde Drexler, dio la mejor nota a Ross, excelente desde el principio y que fue quien representó al trío del Este en la final. En el Oeste, Evans eliminó a Faried y Bledsoe.

Lillard gana las habilidades

El concurso de habilidades se lo adjudicó el base de los Portland TrailBlazers, Damian Lillard, que superó en la final al base de los Sixers de Filadelfia, Jrue Holiday. El base de los Spurs, Tony Parker, fue eliminado en la ronda eliminatoria. Los concursos establecieron una puntuación dividida entre los representantes de ambas conferencias y, finalmente, los del Oeste vencieron por 140-125 a los del Este.