Semana grande

Al igual que muchas ciudades, el baloncesto también tiene su semana grande. La de la Copa del Rey. Cada año, en el mes de febrero, el baloncesto reclama y consigue hacerse un hueco en el primer plano de la actualidad deportiva a través de una idea competitiva que ya tiene 30 años de historia y goza de excelente salud. Se concentran los ocho mejores equipos de la temporada, esta vez en Vitoria, con todas sus estrellas, cada uno lleva en mayor o menor cantidad a su afición detrás, no existe ninguna complejidad en el sistema (el de eliminación de toda la vida) y aparece por primera vez en la temporada el drama que siempre aporta el que no existan segundas oportunidades. Si fallas, a casa.

En otras ocasiones, la emoción, intensidad y alcurnia de los enfrentamientos solía ir aumentando según se cumplían las rondas. Esta vez será distinto. El tortuoso camino del Barcelona en esta Liga Endesa, plagado en exceso de derrotas, le privó de ser cabeza de serie en la Copa del Rey, y un sorteo juguetón colocó a las primeras de cambio un sonoro choque entre madridistas y azulgranas (19.00, TVE-1), los máximos rivales, reedición de las últimas tres finales coperas.

A esta cita llega el Real Madrid con la potencia de un tren de mercancías. Su temporada está siendo casi inmaculada y la autoridad con la que resuelven los hombres de Pablo Laso partido tras partido parece ir en aumento, lo que le ha colocado sin duda alguna bajo la lupa del favoritismo. Con la plantilla al completo, pleno de recursos técnicos y tácticos y un trepidante estilo alabado por todos, el Madrid pasa su prueba del algodón, que no es otra que plasmar en un título la superioridad mostrada hasta ahora.

El Barcelona, por su parte, parece haber olvidado sus dudas de las primeras jornadas de Liga y se está mostrando en las últimas semanas más cerca de su potencial real gracias a la reactivación de alguno de sus jugadores clave como son Marcelinho o Mickael. El fichaje de Oleson le da al equipo un plus en su rotación y de confirmarse la vuelta de Navarro, cuenta con suficientes argumentos como para darle réplica el mejor equipo de la temporada hasta el momento.

El Caja Laboral completa el trío de aspirantes más cualificados para alzar esta Copa. Como el Barcelona, los vitorianos han tenido un comienzo de curso muy complicado, que terminó con la destitución de Ivanovic y la llegada de Tabak al banquillo. El revulsivo buscado ha surtido efecto y jugando con ventaja en las gradas, el Baskonia es otro de los equipos a tener en cuenta. El histórico CAI, primer ganador de la Copa del Rey desde que se celebra con este formato, será el primer obstáculo en su camino.

El sorteo, desigual en principio entre ambas partes del cuadro, ha dejado a Valencia, Uxue Bilbao Basket, Herbalife Gran Canaria y Estudiantes frente a una oportunidad de oro. Uno de ellos estará en la gran final del domingo, a la que podrán acceder sin tener que cruzarse con los cocos de la competición. Resultará interesante observar cómo reaccionan ante la presión añadida que supone esta nueva tesitura que les aleja del habitual “nada que perder y todo por ganar” con el que se presentaban habitualmente.

Después de 20 jornadas de Liga y con la Euroliga a medio camino, llega un torneo vibrante y expeditivo como la Copa del Rey para confirmar dudas o certezas y poner a prueba el sistema nervioso de cada equipo. Aquí no caben ni reservas ni mucho menos dejar para mañana lo que puedas hacer hoy. Siete partidos con mayúsculas terminarán otorgando el primer título de la temporada el domingo. No es el de mayor enjundia, pero su historia plagada de grandes momentos y la carga emocional en la que se disputa le convierten en un acontecimiento repleto de alicientes e ineludible para todos los aficionados. Es la semana del baloncesto.