La maldición de Andalucía

Andalucía, con cuatro equipos en Primera División, Málaga, Betis, Sevilla y Granada, se ha convertido en un escenario maldito para el Madrid en la actual temporada. Y es que cuatro de las cinco derrotas que acumula el conjunto de Mourinho en la Liga se han producido en la comunidad autónoma andaluza. La primera de ellas tuvo lugar en el Ramón Sánchez Pizjuán, cuando el Madrid cayó por 1-0 el 15 de septiembre en la cuarta jornada con un gol de Trochowski, ahora lesionado de gravedad. Fue uno de las pocas alegrías que el equipo entonces dirigido por Míchel dio a la afición sevillana. La segunda derrota, también por 1-0 y también en Sevilla, pero en el Benito Villamarín, llegó el 24 de noviembre. Un gol de Beñat desde fuera del área fue suficiente para derrotar al Madrid, que repitió el guion de lo ocurrido en Nervión. Un tanto tempranero del equipo local provocó una falta de ideas del equipo de Mourinho en el ataque estático para desmontar la defensa contraria. Era la jornada 13.

Distinta fue la derrota en Málaga, el pasado 22 de diciembre. Los de Manuel Pellegrini vencieron por 3-2 como desenlace final de un encuentro trepidante. Isco adelantó a los andaluces y el Madrid empató con un gol en propia puerta de Sergio Sánchez. Santa Cruz, en dos contragolpes, adelantó al Málaga hasta lograr el 3-1. Benzemá, a pase de Özil, al que por cierto se echó mucho de menos en Granada, hizo el segundo del Madrid. Fue en la jornada 17 y Adán fue el portero.

El último capítulo de la negativa racha del Madrid en Andalucía se cumplió en el estadio de Los Cármenes. La derrota fue muy parecida a las dos acaecidas en Sevilla, con un Madrid que encajó primero, no tuvo espacios para salir al contragolpe, su arma preferida, y sufrió muchísimo ante la defensa ordenada del Granada. En esta ocasión fue un gol de Cristiano Ronaldo en propia meta, el primero en su carrera deportiva, el que tumbó al Madrid y alegró el estreno de Lucas Alcaraz al frente de un muy renovado Granada. El Madrid quebró una racha de ocho partidos seguidos sin conocer la derrota ante un rival que es el que menos partidos había ganado en su estadio. Solo dos, ante Celta y Rayo Vallecano.