El Atlético de Madrid gana por las manos
Los de Simeone se imponen al grupo de Emery en un partido emotivo con tres goles de penalti y tres expulsiones
Tres manos que fueron tres penaltis, tres expulsados, cambios de paisaje y de estados emocionales. La Copa, con todas sus variables emocionales, tuvo en el Calderón un episodio que la eleva a esa categoría de torneo épico y de vaivenes. Ganó el Atlético por las manos, porque el Sevilla hizo una más y también porque durante muchos minutos fue el más ambicioso. Se vio sorprendido por una contra que lideró Navas, que destiló clase a borbotones, pero supo rehacerse, al menos, para acudir al Sánchez Pizjuán con un gol de ventaja.
Desde la alineación de Emery se descifró el partido que se presentaba. Metió un dique poderoso en el medio con un trivote marmóreo con Kondogbia, Maduro y Medel. Tres rocas para un partido áspero, de pierna dura y mucho taco en cada pelota suelta. Un escenario que al Atlético no le arredra. Su entrenador los disputó a cientos y sabe lo que demandan. Todo menos jugar con una revolución por debajo del contrario. Así lo interpretaron sus futbolistas, que se encontraron con un rival con la mente puesta en los 180 minutos que dura la eliminatoria. Mucho agolpamiento de jugadores, estudiadamente colocados en cada saque largo de Beto. La panacea de crear a partir de la segunda jugada, el truco por excelencia del fútbol pizarrero. Señales de equipos trabajados para que el rival no se exprese en condiciones cómodas. Un juego basado en la espera de un error del contrario o una señal de debilidad descubierta o en el agotamiento. En esas, el gol se convierte en algo muy parecido a una caza de leones, que no consiste en saber correr, sino en saber elegir a la víctima. El Atlético olió la sangre a las espaldas de Spahic y Fazio y empezó a trabajarlas. Primero con un pase de Arda, que lanzó a Adrián a una carrera imponente hasta el área. Su centro atrás lo remató Koke centrado llegando desde atrás. Al poco, otro balón bombeado a la espalda de los centrales sevillistas lo durmió Adrián con la puntera, dribló y remató alto. No recupera el chico el duende en el área, aunque ayer enseñó movilidad y punta de velocidad.
Atlético, 2-Sevilla, 1
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Gabi, Suárez; Koke (Cata Díaz, m. 59), Adrián (C. Rodríguez, m. 63), A. Turan; Diego Costa. No utilizados: Asenjo; Saúl, Óliver Torres, Tiago y Manquillo.
Sevilla: Beto; Cicinho, Fazio, Saphic, F. Navarro; Medel, Botía, Kondogbia (Reyes, m. 77) ; J. Navas, Negredo (Coke, m. 87), Rakitic. No utilizados: Julián, Manu del Moral, Hervás y Babá.
Goles: 1-0. M. 49. Costa, de penalti. 1-1. M. 56. Negredo, de penalti. 1-2. M. 71. Costa, de penalti.
Árbitro: Ayza Gámez. Tarjeta amarilla a Medel. Expulsó a Spahic, por doble amarilla, y a Godín y F. Navarro, por roja directa.
Lleno en el Vicente Calderón.
En ese juego de la búsqueda de errores, Filipe Luis perdió una pelota saliendo desde atrás que Negredo estuvo a punto de convertir en una obra de arte con una vaselina si Courtois no hubiera volado arriba con toda su envergadura. Esa fue la jugada más punzante del Sevilla en toda la primera mitad. Sufrió en exceso en el último tercio del primer tiempo, agotado en esa pelea de desgaste que le agrietó. Gabi volvió a incidir en la lentitud de Fazio para correr hacia atrás sirviéndole un pase a Diego Costa que le plantó ante Beto y que resolvió con un exceso de ajuste que mandó a pasearse el balón por las cercanías del poste.
No cambió el Atlético sus intenciones en su salida en el segundo tiempo. Continuó con el foco en la espalda de Spahic y este salió perdedor en la carrera con Diego Costa, y desde el suelo y ya en el área, el bosnio rebañó la pelota con la mano, lo que le supuso la expulsión. No perdonó Diego Costa el penalti y todo parecía indicar que el encuentro viraría hacia un ataque masivo rojiblanco y una defensa heroica del Sevilla. Hasta que Navas se sacudió el oscurantismo al que le había sometido la propuesta de su entrenador. Fue un ramalazo de clase, un brote de que en su frágil cuerpo hay algo más que un extremo de carrera, regate y rosca. Agarró la pelota cerca de su área, emprendió una carrera vertiginosa, hizo una pared y a le metió un pase picado excelso a Negredo por encima de Godín. El delantero sevillista picó la pelota y en su intento por evitar el empate, Godín sacó la mano. Otro penalti y la otra expulsión que cambiaba otra vez el paisaje del partido. Negredo ejecutó con una tranquilidad asombrosa, aguantando hasta que Courtois se venció para superarle con un toque de interior manso. Si Emery optó por cambiar a Maduro para meter a Botía, Simeone retiró a Koke y emergió la esencia de la Copa. De repente, los dos equipos se vieron con capacidad para hacerse daño. El Sevilla con más manejo y el Atlético desde el empuje y ese fútbol espasmódico al que contribuye su hinchada.
Fue un partido áspero, de pierna dura y mucho taco en cada pelota suelta
En uno de esos arreones en línea recta, el Cebolla Rodríguez le sacó la segunda mano en el área a Navarro. Volvió a marcar Diego Costa, que está de dulce. Hubo mucho tiempo desde la señalización de las dos penas máximas hasta su ejecución y no se descentró. Tampoco ya lo hizo su equipo, que acude a Sevilla con una ventaja mínima y la seguridad de que le aguarda otro partido de Copa de verdad.
Simeone: “Si el árbitro ha señaldo tres penaltis es que los vio”
L. J. M.
A pesar de los tres penaltis y las tres expulsiones, Godín, Spahic y Fernando Navarro no jugarán la vuelta, ni Diego Pablo Simeone, ni Unai Emery pusieron el foco en la actuación del colegiado Ayza Gámez. Los dos la dieron por buena. “Si cobró tres penaltis es que los vio”, zanjó Simeone. “No opino de lo que no he podido ver”, espetó Emery. Los dos entrenadores desmenuzaron el partido desde el carrusel de emocional y táctico que supusieron las tres penas máximas y las cartulinas rojas. “Hicimos un gran primer tiempo y después tuvimos una gran recuperación tras la expulsión de Godín”. No es muy dado Simeone al elogio individual salvo cuando lo cree necesario para proporcionar alguna inyección anímica. “En el primer tiempo nos faltó resolver bien algunas ocasiones en los últimos metros, pero lo de Adrían y Diego Costa estuvo muy bien. Lo de Adrián en cuanto a los desmarques y lo de Diego Costa en cuanto a la pasión que siente por el juego y porque marcar dos penaltis en un mismo partido no es nada fácil”. La entrada de el Cebolla Rodríguez fue clave para que el Atlético se recuperara del gol del empate: “Nos apresuramos un poco con el gol de ventaja y nos sorprendieron en una contra. El partido estaba difícil con uno a uno y con diez jugadores, queríamos jugar con un 4-3-2, pero nos ganaban en superioridad en el medio del campo no terminábamos de atacar como hubiésemos querido. Metimos al Cebolla porque el partido estaba para él por su lucha y por su coraje, no es casualidad que provocara el segundo penalti a partir de su lucha por un balón”. “La eliminatoria está al cincuenta por ciento, los resultados no son ni justos, ni injustos, son los que son”, concluyó Simeone. “Fue un partido duro y exigente”, explicó Emery, que argumentó su alienación con tres mediocentros “para tratar de tener equilibrio. El Atlético tiene grandes individualidades y una gran presión arriba y controlarlo no es fácil. El resultado es justo”. El técnico del Sevilla justific´ño la titularidad en la portería del recién fichado Beto en detrimento de canterano Julián apoyándose en la experiencia del meta luso: “Estamos satisfechos de su integración tan rápida. Ha dado sensación de asentamiento y ha superado la prueba de estar tranquilo, el equipo se ha sentido seguro en esa demarcación”.
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