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RETROVISOR

La noche en que Barrufet no fue suficiente

Alemania apeó a España en cuartos de los Juegos de Atenas 2004 en los lanzamientos de penaltis a pesar de las 33 paradas del portero

J. L.
Pérez, Colón y Duishebaev, desesperados tras la derrota.
Pérez, Colón y Duishebaev, desesperados tras la derrota.AP

Tiene pesadillas Stefan Kretzschmar cada vez que recuerda los cuartos de final de los Juegos Sidney. Aquel último balón que le sacó David Barrufet -“cuántas veces me amargó”- y que acabó por dar el triunfo a España. Había jugado mejor Alemania, se lo merecieron más los germanos, pero la balanza se decantó del lado español (26-27). Una herida que cicatrizaron Kretzschmar y compañía cuatro años después en Atenas a costa de abrir otra que aún escuece a los jugadores de la selección que dirigía César Argiles. Después de ir a remolque todo el encuentro, de dos prórrogas, se impusieron los germanos en la tanda de penaltis.“Fue el partido más salvaje que disputé en toda mi carrera”, recuerda Kretzschmar.

Salvaje porque los dos equipos llegaron a la tanda fatídica casi sin aliento. Por el desenlace. Porque salvaje fue también la actuación de los porteros, Fritz y Barrufet, que terminó el partido con 33 paradas, un 52% de acierto. “No lo suficiente, me faltó un penalti más”, recuerda el jugador que más veces ha vestido la camiseta de la selección. Al menos, sigue pensando, el quinto lanzamiento, de Stephan, que hubiese prologando aún más la agonía.

En el 40x20, ansioso por dirigirse a la línea de siete metros aguardaba Iker Romero. Eran los primeros Juegos para el vitoriano: “Cuando se hizo la lista para ver quién iba a tirar, se quedó en que yo era el último. Tal como iba la serie, que ellos fallaban, luego nosotros, pensé: ‘al final me la juego yo’. Pero no pudo ser”. No lo fue porque antes los lanzadores habituales [Hernández, Belaustegui, Juanín y O’Callaghan] fallaron sus penalties. Solo Jansen pudo batir a Barrufet antes que Stephan, soberano aquel encuentro con nueve tantos.

Alemania, 32; España, 30

Alemania: Fritz, Kretzschmar (2), Schwarzer
(9), Zerbe (4), Baur (3), Sthepan (9, 5p) y Kehrmann
(4). También: Ramota, Dragunski, Immel,
Peterssen, Von Behren, Zeitz y Jansen (1).
España: Barrufet, Entrerríos (1), Garralda (3),
Hernández (2), Juancho Pérez, Colón (2) y Juan
García (7, 2p). También: Hombrados, O´Callaghan,
Belaustegui (2), Dujshebaev (5), Lozano,
Romero (6, 1p) y Urios (2).
Marcador cada cinco minutos: 1-1, 6-4, 8-8,
12-10, 13-12, 15-16 (descanso); 18-16, 20-20,
21-22, 24-23, 25-25, 27-27 (final).
Primera prórroga: 27-27 (final primer tiempo);
28-28 (final primera prórroga).
Segunda prórroga: 28-30 (final primer tiempo),
30-30 (final segunda prórroga).
Penaltis: Kretzschmar (para Barrufet), Hernández
(para Fritz), Kehrmann (para Barrufet), Balaustegui
(para Fritz), Jansen (gol), Juanín García
(para Fritz), Baur (para Barrufet), O,Callaghan
(lanzamiento al palo) y Sthepan (gol).
Arbitros: Arnaldsson y Vidarsson. Excluyeron por dos minutos a los alemanes Krtzschmar,
Petersen y Stephan y a los españoles Belaustegui,
Lozano y Romero.
Pabellón de Faliro. Unos 6.400 espectadores.
Alemania se clasificó para las semifinales

 El único español que no se topó con Fritz en la pena máxima fue Xavier O’Callaghan, que mandó el balón a la madera. “Es, sin duda, el peor recuerdo de mi carrera. Lo viví con mucha amargura, mucha rabia”, rememora el exinternacional. “Teníamos una muy buena selección y encima ellos fueron siempre a remolque. Así como el partido de Sidney lo daba por perdido, este estaba convencido de que lo ganábamos”. Pero España no consiguió despegarse nunca del marcador y los alemanes, haciendo la goma, acabaron forzando dos prórrogas. Turno para los penaltis. “Nunca había fallado uno importante en mi carrera”, asegura aún hoy O’Callaghan, que rememora cómo optó por un lanzamiento que tenía muy trabajado: “Finté y tiré rápido. Pero no apunté lo suficientemente bien”.

“No hay consuelo para una derrota así”, asegura Talant Dujshebaev, que se lesionó a falta de cuatro minutos para que terminasen los primeros 60. “Todo el trabajo de un ciclo olímpico se esfuma un momento”, lamenta el exjugador, que disputó en Atenas sus últimos Juegos. Iker Romero pudo en Pekín resarcirse y colgarse una medalla de bronce, consciente de lo que marca caer en cuarto: “Te quedas a la orilla de la gloria”.

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Sobre la firma

J. L.
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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