Javier Fernández ya tiene sus patines
El patinador, que aspira al campeonato de Europa este fin de semana, ha conseguido recuperar su calzado, extraviado en el vuelo desde Toronto
Mientras los organizadores proclaman que Javier Fernández, el mejor patinador español de la historia, es uno de los claros aspirantes a convertirse en el nuevo campeón europeo el próximo fin de semana, el patinador ha tenido que esperar en Zagreb sus patines, extraviados en el vuelo que le llevó desde Toronto, donde vive y se entrena, hasta la capital croata vía Múnich. El calzado le llegó el martes a última hora de la noche, por lo que el madrileño perdió tres entrenamientos, incluido el primero en la pista donde se celebrará la competición, pero está “tranquilo, confiado en que todo se arreglará pronto”, explica Gloria Estefanell, vicepresidenta de la federación de hielo y responsable del equipo español en el Europeo. La primera prueba, el programa corto, es el jueves.
La compañía perdió la maleta de Javier Fernández, pero al equipo solo le preocupaba los patines porque es su herramienta fundamental de trabajo. “Sería imposible competir bien con unos patines nuevos”, explica Estafanell. Lo normal es que los patinadores viajen con dos pares, uno de competición y otro para los ensayos, y que el primero les sirva para toda la temporada. No solo es cuestión de adaptarlos a la forma de patinar de cada especialista sino también de confianza. Entre cuchillas y botas, los patines pueden alcanzar los 900 euros.
A pesar del contratiempo, el equipo trató de recuperar cuanto antes el calzado de Fernández.. “Por lo visto hay un caos en el aeropuerto de Múnich. Pero la organización se ha volcado y ha mandado a una chica a Múnich para intentar localizar la maleta”, dice Estefanell.
La inquietante espera del calzado extraviado terminó ayer por la noche cuando el patinador recibió las dos maletas que conforman su equipaje. Fueron horas de tensión debido a que la persona que la organización había enviado para recoger el paquete de Fernández y el de otros dos competidores, solo tenía media hora para buscarlos en el aeropuerto de Múnich. "Ha sido como una película", dice la jefa del equipo español; "estábamos en contacto telefónico con ella todo el tiempo".
Fernández ya pudo entrenarse con sus patines en la mañana del miércoles y ahora la organización intenta hacerle un hueco para que pueda probar la pista central antes de la competición del jueves.
Por si acaso, Javier Fernández tenía un plan B. Una de sus compañeras de entrenamientos en Toronto, donde se instaló para trabajar con Brian Orser tras probar en New Jersey, viajaba el miércoles a Zagreb con un viejo par de patines del español. Carolina Sanz, su entrenadora en España, cuando el muchacho empezaba a despuntar, también intenta hacerle llegar unos desde Madrid, “pero no es lo mismo”.
La carrera de Fernández, que tiene 21 años, se ha disparado en el último año, cuando ha logrado ganar a algunos de los mejores patinadores del mundo. El Europeo es un paso más camino de los Juegos de Sochi, dentro de un año. Con sus propios patines.
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