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Pat Ewing, tan cerca y tan lejos

El hijo del legendario jugador de los Knicks aterriza en la Liga Endesa con el Valladolid

Robert Álvarez
Ewing Jr. posa con la camiseta de su padre en el pabellón Pisuerga.
Ewing Jr. posa con la camiseta de su padre en el pabellón Pisuerga.NACHO GALLEGO (EFE)

Un concurso de mates en la Liga Universitaria (NCAA), elegido en el puesto 43 del draft de 2008 por Sacramento Kings, siete partidos en la NBA con Nueva Orleans en 2011, un peregrinaje de cuatro años en la Liga de Desarrollo con equipos de ciudades como Reno, Iowa o Sioux Falls, y una reciente aventura en el baloncesto europeo con el Telekom Bonn, alemán, formaría uno más de los cientos de currículos de jugadores estadounidenses que se pasan media vida pugnando por triunfar en la plantilla de algún equipo de la NBA. Pero su caso es especial. Acaba de fichar por el Blancos de Rueda Valladolid y se llama Pat Ewing, como su padre, el que fuera legendario jugador de los Knicks y dejara una enorme huella en el planeta al que cada vez parece más difícil que llegue su vástago.

La carrera de Pat Ewing

  • Elegido en el Draft de la NBA de 1985 en la primera ronda por New York Knicks
  • Rookie del año en 1985.
  • 11 veces All-Star.
  • Dos oros en los Juegos Olímpicos, en 1984 y 1992
  • Incluido entre los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA, con motivo del 50 aniversario de la máxima competición.
  • Más de 20.000 puntos y 11.000 rebotes en toda su carrera.
  • Retirado en 2002, tras 15 temporadas en New York Knicks, una en Seattle Supersonics y otra en Orlando Magic, siendo el jugador que más veces había vestido la camiseta del equipo de la Gran Manzana (1.174).
Pat Ewing, padre e hijo, en 2007.
Pat Ewing, padre e hijo, en 2007.REUTERS

Talento y condiciones al margen, tampoco físicamente tiene mucho que ver Pat Ewing hijo con su mastodóntico padre. Nacido en Kingston, Jamaica, Ewing padre mide 2,13 metros y cuando jugaba pesaba 116 kilos. Número uno del draft de 1985, jugó 15 de los 17 años que estuvo en la NBA en los Knicks antes de hacerlo una temporada en Seattle y, la última, en 2002, con 39 años, en Orlando. Fue rookie del año en 1986 y 11 veces All Star, la figura indiscutible de los Knicks donde todavía sigue siendo el máximo anotador y reboteador de la franquicia; entró en el panteón de los elegidos, el Salón de la Fama, y ganó dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1984 y de 1992. La única espina clavada es que no consiguió ganar el anillo de campeón y perdió las dos finales que jugó: en 1994, ante Houston, y en 1999, contra San Antonio.

Patrick Ewing hijo nació en Boston tras un embarazo no deseado por su padre, que cedió una cantidad de dinero para que él y su madre, Sharon Stanford, salieran adelante. Apodado Trixie, el ya nuevo jugador del Blancos de Rueda Valladolid es un alero de 2,03 metros y 28 años. En Bonn fue cortado por problemas de adaptación, tras haber promediado 21 minutos, 11,5 puntos, con un 43% de acierto en el tiro, 6,1 rebotes y 1,8 asistencias. El Valladolid lo ha fichado para suplir la ausencia del alero Ian O’Leary, baja por una fractura del quinto metacarpiano de la mano derecha y, según afirmó el director deportivo, Eduardo Pascual, para dar descanso a Nacho Martín, el máximo anotador del equipo vallisoletano, 14º en la tabla con seis victorias y 10 derrotas.

“No soy una estrella en nada, pero puedo hacer muchas cosas bien, aunque tendré que hablar con el entrenador [Roberto González] para ver lo que quiere de mí y salir a la pista a hacerlo lo mejor posible”, afirma Pat Ewing. Preguntado por la influencia de su apellido, afirmó: “Nunca me he sentido presionado por ser hijo de quien soy, ya que siempre he trabajado duro para llevar mi propio camino y hacerme un hueco en el mundo del baloncesto. Todo lo que he conseguido ha sido con mi trabajo”.

“Nunca me he sentido presionado por ser hijo de quien soy, siempre he trabajado duro”

El hijo de Ewing no es el único apellido ilustre en el equipo pucelano. En el Valladolid B de fútbol juega Andrea Mancini, hijo del exfutbolista y entrenador del Manchester City Roberto Mancini. A lo largo de la historia del club jugaron en él los hijos de Wayne Brabender, Clifford Luyk, Pepe Laso —Pablo, actual técnico del Madrid—, y de dos jugadores históricos como Martín de Francisco y Fernando García, así como el hijo del exfutbolista Pepe Moré.

“No soy una estrella”

FEDE MOVILLA, Valladolid

“Juega duro, aprovecha cada minuto en la cancha, muestra a todos de qué eres capaz….”, es el consejo de una leyenda a su hijo, el consejo de Patrick Ewing, aquel pívot descomunal de la NBA, a Pat Ewing júnior, que ha sido presentado este viernes con el Valladolid, procedente de la Liga alemana.

"Le encantaría venir a verme, pero será complicado porque está muy ocupado con la familia y con sus negocios”, ha dicho Ewing, constantemente preguntado por su padre y por su propia trayectoria en la NBA. "No es una obsesión, aunque he tenido alguna opción para quedarme, no es algo que me preocupe”.

Pat Ewing Jr. , con 28 años y 2,03m, habla de sí mismo con un jugador sobre todo defensivo:  “Puedo jugar tanto de alero como de ala-pívot, tengo capacidad sobre todo para defender y rebotear, no soy una estrella, soy un jugador de equipo, que llega para sumar”, asegura el jugador, satisfecho de su llegada a España. En principio su contrato solo alcanza a los partidos que se pierda el lesionado O´Leary.

Ewing salió de Estados Unidos después de jugar con varios equipos de la NBA y de la liga de desarrollo para jugar la Liga Alemana con el Telekom Basket de Bonn. “La experiencia en Alemania ha sido positiva, pero en diciembre decidimos tomar caminos diferentes”, ha asegurado Ewing en su llegada a un club en el que ya ha habido varios hijos ilustres, como David Brabender, Sergio Luyk y Pablo Laso.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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