El GPS de la discordia

Muy dado a las declaraciones grandilocuentes, Nasser Al-Attiyah dijo el domingo -tras una etapa en la que él y su copiloto Lucas Cruz cometieron algunos errores de navegación que pagaron caro (terminaron séptimos)- que no estaba preocupado por el resultado de esa segunda etapa porque sabía que al día siguiente ganaría él. Dicho y hecho. El piloto catarí, que ha regresado al Dakar con equipo propio y patrocinadores poderosos, se adjudicó la etapa de este lunes sobre su buggy, por delante de Robby Gordon y Stéphane Peterhansel. Claro que todo no fueron buenas noticias para Al-Attiyah: su colega Carlos Sainz, compañero de equipo y piloto del otro buggy que pasea los colores de Catar por el desierto de Ica, en Perú, no tuvo el día.

El madrileño, que se había adjudicado la etapa del día anterior tras comprobar la dirección de carrera que su GPS no había marcado correctamente el paso del vehículo por uno de los puntos de paso obligatorios, no tuvo la misma suerte en la tercera etapa. En primer lugar porque, caída la tarde, recibió la noticia de que dirección de carrera atendía una reclamación interpuesta por el equipo Mini y terminaba por darle la razón. Así que Sainz perdía la bonificación de 21 minutos que se le había dado el día anterior al entender que aunque era cierto que su GPS no funcionó bien, podría haber utilizado el GPS de repuesto que lleva cada vehículo, que sí funcionaba y no estaba usando más que como cuentakilómetros.

La organización esgrime que podría haber utilizado el GPS de repuesto que lleva cada vehículo

Además, Sainz empezó a acusar este lunes la escasa experiencia que acumula el ambicioso buggy con que Al-Attiyah pretende retar a los Mini de Peterhansel y Nani Roma: tuvo un problema eléctrico que le fastidió toda la especial. Era una jornada propicia, pues el terreno arenoso es el mejor para estos vehículos de dos ruedas motrices, pero los imprevistos y la dudosa fiabilidad del buggy le pasaron factura. “El coche se ha parado desde el primer kilómetro de especial. ¡Se ha parado cinco, seis, siete y hasta ocho veces! Lo arrancábamos y al poco se volvía a parar. Íbamos toqueteando los cables, pero fallaba una y otra vez”, relataba el piloto ya completada la etapa, todavía desesperado. Quedó 14º, a 30m13s de su compañero.

“Seguro que Carlos gana la etapa mañana”, se aventuraba el catarí, un día después de predecir también su propia victoria. Y se declaraba contento porque su coche funciona muy bien. Claro que es el buggy de Sainz el único que de momento ha tenido problemas: el primer día por un sobrecalentamiento del motor, el segundo por un problema ajeno al vehículo: el GPS –que proporciona la organización-, el tercero por un fallo eléctrico. Ahora el español caerá a la 11ª posición de la general, a más de 41 minutos de Peterhansel, el líder silencioso, que tiene seis minutos de ventaja respecto de Al-Attiyah.