“Cuando Messi me encara pienso que soy mejor que él”

Los nervios y la intensidad quedan en el campo para Cristian Álvarez (Rosario, Argentina; 1985), que fuera es pasmosamente tranquilo. Son francas y bien meditadas cada una de las palabras que pronuncia el capitán del Espanyol, que sufre una distensión en la musculatura isquiotibial de la pierna derecha que le convierte en duda para el partido de mañana en el Camp Nou. Fanático del blues y seguidor del cine y la literatura, el portero tiene un aire roquero, lleva más de 15 tatuajes y conduce un Ford Mustang de 1967.

P. ¿Cree que alimenta ese mito de que los porteros son raros?

R. Supongo que sí. Pero para mí, raros son los demás, esos a los que no les gusta leer, ni la música. Desde que era niño he tenido esa pasión por el rock y por el arte en general.

P. ¿Hay arte en el fútbol?

R. Sí, muchísimo. El fútbol es una forma de expresión corporal en la que se utiliza mucho la cabeza. Son ideas y pensamientos que fluyen a una gran velocidad. Es muy loco el fútbol.

P. ¿Quién es el máximo artista del fútbol de hoy?

R. Es muy fácil esta pregunta: Messi.

P. Ahora le tiene de compañero en selección Argentina, ¿qué es lo que más le sorprende?

R. Que es uno más dentro del grupo. Me impactó su humildad. Siempre se pone a tu altura, no se siente ni más ni menos que nadie.

P. ¿Qué piensa cuando le tiene delante en un mano a mano?

R. ¿Qué voy a pensar? Pues que soy mejor que él, sin ningún tipo de dudas.

"Vivir a la sombra del Barça hace, de alguna maner, que se le tome un cariño especial al Espanyol"

P. ¿Cómo se vive a la sombra del Barça?

R. De alguna manera, hace que se le tome un cariño especial al Espanyol.

P. ¿Por qué?

R. Por ejemplo, cuando estás viendo una película, siempre quieres que gane el que va perdiendo, ¿no? Es algo natural. Cuando estas aquí dentro te das cuenta de qué es el Espanyol. Es un club grande, que tiene muchos recursos e historia. Si estuviese en otra ciudad estaría entre los cinco grandes.

P. ¿Y eso es culpa del Barça?

R. Está muy claro, es un monstruo que mueve una mercadotecnia y un consumo masivos. Nos ha tocado estar en la misma ciudad y a pesar de ello, seguimos empujando. El Espanyol va a crecer muchísimo y con los años se va a convertir en uno de los equipos fuertes de la Liga.

P. ¿Qué cambió con Aguirre?

R. Nos ha hecho recuperar la confianza que habíamos perdido al principio por la situación en la que estábamos. Es un hombre de mucho carácter y se nota que lleva años en el fútbol. Me gusta porque mira directamente a los ojos.

P. ¿Hay situaciones que requieren un cambio de entrenador?

R. Sí, por más doloroso que sea, hay veces en que es inevitable. Se necesitaba un cambio en general. Lamentablemente para mí, en lo personal fue muy duro porque tenía una gran relación con Pochettino, pero en determinados momentos se entra en una dinámica que es difícil de contrarrestar.

P. ¿Cómo se ganó la capitanía?

R. Ganándome el respeto a través del cariño, no del miedo. El capitán es una pieza más de un equipo y yo siempre antepongo lo colectivo a lo individual. Intento manejarme en una escala de valores sin traicionarme, no necesito levantar demasiado la voz para que la gente diga: “mira los huevos que tiene”. Sé con quién tengo que sacar mi carácter.

P. ¿Cuándo ocurre eso?

R. Cuando toca partirse la cara por alguien que se lo merece.

P. ¿Y a la afición cómo se la gana?

R. No tengo ni idea, es algo que surge, o no. Nunca pienso en actuar de una determinada manera para ganarme a la gente. Siempre hago lo que siento. Realizar algún gesto, gritar un gol, o jugar de una manera determinada, es algo que me nace. No soy de vender humo. No voy a regalar una sonrisa o decir una palabra para agradar.

P. ¿Se siente querido?

R. Me siento muy respaldado por la gente del Espanyol y siempre me he sentido muy cuidado y apoyado. Obviamente, hay momentos en los que te quieren más o menos, pero eso pasa con todas las aficiones. Con excepciones puntuales, la relación más habitual entre un futbolista y la afición es la de amor-odio. No soy un gran ídolo del Espanyol, eso lo tengo muy claro. Ojalá algún día lo pueda ser.

"Aguirre nos ha hecho recuperar la confianza que habíamos perdido"

P. Después de las buenas actuaciones de Kiko Casilla, ¿siente que tiene que recuperar el puesto?

R. Claro que sí. Pero eso lo tengo que hacer cada fin de semana. Nunca me voy a sentir dueño de un puesto en ningún equipo. Porque eso haría que me relajara y si me relajo: ¡pum! Siempre pienso que entrenando durante la semana me tengo que ganar un lugar el domingo, y esta vez no será la excepción. Cuando esté bien me mataré como siempre.

P. ¿Es buena la competencia Casilla?

R. Es buenísima. Tengo una grandísima relación con él y es una competencia muy sana.

P. ¿Es injusto ser portero?

R. Sí, es injusto y lo podría justificar de mil maneras.

P. ¿Por ejemplo?

R. Salvo en un penalti, tienes todas las de perder y muy poco que ganar. Tienes esa maldita línea por detrás y cuando la pelota la traspasa y es gol, te quieres morir. Haces un gran partido y te hacen un gol y da mucha bronca. Por no hablar de si fallas.

P. ¿Un error le pesa en la cabeza durante todo el partido?

R. No, yo sigo en el partido y me olvido. Gol y a otra cosa. Después, cuando pitan el final, estoy quizás tres o cuatro días sin poder sacarme el error de la cabeza.