Paciencia para el Deportivo
Lendoiro despide a Oltra, su primera destitución en 15 años, y recurre al técnico portugués
El portugués Domingos Paciencia debutará como entrenador en el fútbol español con el reto de salvar al Deportivo, actual colista, del descenso. Ayer certificó su ingreso en el club instantes después de que el presidente Augusto César Lendoiro comunicara a José Luis Oltra la rescisión del contrato que le vinculaba hasta final de temporada. El mandatario no quiso vincular la decisión a la inminente entrada del equipo en concurso de acreedores, pero también sabía que si no tomaba esa decisión ahora dentro de unos días debería de consensuarla con un administrador que además estará ocupado en otros menesteres que poco tienen que ver con lo futbolístico.
Hacía más de 15 años que Lendoiro no destituía a un entrenador. En esa materia pocos como el decano de los presidentes del fútbol español, que con José Luis Oltra retira del cargo a su cuarto técnico en los 24 años y medio que lleva al frente del Deportivo, pero además introduce un matiz novedoso, una suerte de despido piadoso que le ha llevado a diferir una decisión que ya había tomado hace nueve días, cuando el Deportivo cayó ante el Espanyol y se hundió en el final de la clasificación con dos partidos ganados de 17 disputados y tras sumar dos puntos de los últimos 21 posibles. Asegura Lendoiro que no ejecutó su decisión por no amargar las fiestas al técnico, que había concedido vacaciones tras el partido de Cornellá y no regresó a A Coruña hasta ayer. “Quisimos llevarlo con la máxima delicadeza porque son unas fechas significativas y preferimos esperar a que estuviese de vuelta”.
El club negocia con el portugués Domingos, que tiene como representante al portugués Jorge Mendes
Lo cierto es que la maquinaria del club no se paró. “Ha sido como el silencio de las ciudades en guerra”, compara Lendoiro. La noche siguiente a la derrota en Barcelona cenó con el agente Jorge Mendes y su auxiliar Joao Camacho para trazar una nueva hoja de ruta. En ella figuraba como conductor Domingos Paciencia, aquel delantero que jugó toda su carrera en el Oporto excepto un impas de dos campañas en el Tenerife, por donde pasó sin excesivo fulgor. Lendoiro ya había pensado en él como sustituto de Miguel Ángel Lotina cuando ya se existía la certeza de que ni el técnico vasco ni el club iba a prorrogar su relación, pero el equipo descendió y Domingos, que acababa de realizar una meritoria campaña con el Braga para llevarlo a la final de la Europa League, acabó en el Sporting de Portugal, donde fue destituido el pasado mes de febrero a pesar de haber clasificado al equipo para la final de Copa y mantenerlo vivo en la competición continental.
Para Oltra la destitución es un varapalo. Con tan sólo 43 años ha mostrado solvencia para llevar a equipos de Segunda División a Primera, pero ha fracasado en sus cuatro experiencias en la máxima categoría. Tres de ellas, Levante (donde tan sólo estuvo cuatro partidos), Tenerife y Almería, acabaron con esos equipos en descenso. Ahora deja al Deportivo colista entre el aprecio de un vestuario en el que siempre contó con el soporte de Juan Carlos Valerón, que ejerció de principal valedor para su contratación cuando el técnico estudiaba una oferta del fútbol griego. Pero nunca se le vió cómodo en algunos aspectos. Al llegar quiso adoptar un rol de hombre de club, pero acabó prisionero de algunas de las especifidades de una entidad particular. Hace dos semanas tras una discutible dirección de partido contra el Betis que le puso al borde de la destitución compareció en rueda de prensa para asegurar que la afición disfrutaba con el equipo como no lo hacía en años. Una hora después, el responsable de prensa de su agencia de representación censuró a Lendoiro y su director deportivo, Ernesto Bello. “La política de fichajes que han realizado es deficiente. Se han echado en manos del señor Mendes y han traído futbolistas sin calidad”. Aquella misma noche una victoria del Espanyol llevó al equipo a la cola de la clasificación y dos días después el Atlético lo goleó con estrépito en el Calderón. Lendoiro aguantó dos partidos más, un empate ante el Valladolid y la derrota en Cornellá, antes de tomar la decisión que le pedía el cuerpo desde hace varias semanas. Para esas cosas siempre ha tenido mucha paciencia.
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