El Málaga es ahora el grande

Con un segundo tiempo modélico, donde Demichelis emergió como un inesperado mariscal en el centro del campo, el Málaga le mostró al Sevilla el largo trecho que ahora mismo les separa. El conjunto de Pellegrini sufrió un gran primer tiempo de su rival, maduró el partido con eficacia tras marcar en su primer disparo a puerta y, en definitiva, se mostró como lo que es, un equipo grande, mejor que este Sevilla al que Míchel trata de hacer competitivo y que no hace sino dar pasos hacia atrás. Con problemas económicos y negado el primer equipo en el aspecto deportivo, la grada la emprendió con José María del Nido, antes un emperador del sevillismo, en estos momentos en horas muy bajas.

Cansado de buscar un rendimiento continuado en su equipo, Míchel respiró después del 0-5 en Copa ante el Mallorca. Habló después del encuentro de una cara oculta del Sevilla que a lo largo de esta temporada solo se ha mostrado en contadas ocasiones, como ante el Madrid, el Barcelona o el Betis. Un conjunto aguerrido, atrevido, que hace de la presión en campo rival su seña de identidad, con Rakitic en plan Xavi y Navas atosigando continuamente por la banda. Sin duda, un equipo como el que salió en tromba ante el Málaga, que se vio sorprendido por la fogosidad de los de Míchel, con un ritmo altísimo, constante y superlativo. La primera media hora del Sevilla, en definitiva, fue primorosa, aunque le faltó puntería, una cualidad que en el grupo sevillano solo se encuentra en las botas de Negredo.

Sin noticias de Isco, Joaquín o Santa Cruz, el Sevilla, gracias a Kondogbia y Medel, cortó la circulación del Málaga, al que ahogó, además, con peligrosas carreras hacia la meta de Caballero. En una de ellas, Negredo se marchó del meta del Málaga y lanzó al palo con todo a favor. En otra, el propio Caballero le cerró todos los caminos al madrileño. El balón le llegó a Navas, pero el internacional español no tiene gol. Con todo a favor, envió el balón sobre Jesús Gámez, que salvó bajo palos.

Ante la avalancha sevillista, el Málaga apenas ofreció un remate de cabeza de Santa Cruz y un contragolpe muy bien llevado por Joaquín. Muy poco para el flamante equipo de Pellegrini. Pero no marcó el Sevilla, lo que alivió la penitencia del Málaga. Además, encontró a balón parado lo que afanosamente buscó su contrincante. Demichelis, ahora de centrocampista, remató muy bien un saque de esquina lanzado por Joaquín.

El gol frustró al Sevilla y alimentó la superioridad del Málaga, con un Demichelis portentoso y auxiliado por la velocidad de Joaquín. El extremo, que por fin ganó en Nervión, sentenció el encuentro con una galopada a la que puso fin Fazio con un penalti claro. Eliseu hizo el segundo y el Sánchez Pizjuán, desangelado, la tomó con Del Nido, al que apenas le quedan recursos para darle la vuelta a la situación.