Llorente: “Al club le dije que no me gustaba cómo me estaba tratando ”

Fernando Llorente salió ayer por la noche al paso de la polémica que se había suscitado durante la mañana después de que decidiera no comparecer ante los medios de comunicación tras el entrenamiento matutino. El delantero, durante una entrevista con Tele Bilbao, argumentó que el club le comunicó que tenía que acudir a la rueda de prensa la misma mañana y él ya se había comprometido a acudir a la televisión local y no hubiese llegado a tiempo. “No creo que esté haciendo nada malo ni que me esté portando mal con nadie. Intento hacerlo de la mejor manera”, aseguró el jugador. "No me daba tiempo, no tengo ningún problema en salir mañana o el día que haga falta", añadió Llorente.

El Athletic de Bilbao había denunciado la negativa de su delantero a comparecer en la rueda de prensa prevista para este lunes en la sala de prensa de Lezama. Según el club vizcaíno, el futbolista debía comparecer junto a su compañero Aurtenetxe, pero finalmente no lo ha hecho. “Además de Aurtenetxe debería salir Fernando Llorente, pero Llorente se ha negado a salir”,  anunció el Athletic a través de su cuenta oficial en Twitter.

Habitualmente, en las ruedas de prensa del conjunto vasco suelen comparecer dos jugadores. Sin embargo, este lunes solo lo hizo Aurtenetxe. “Termina la rueda de prensa. No comparece ningún otro jugador, tras la negativa de Fernando Llorente a comparecer ante los medios”, reiteraron desde el departamento de prensa del club una vez finalizada la rueda de prensa.

Por la noche, Tele Bilbao emitió una entrevista grabada en la que Llorente aseguraba que su compromiso con la tele pesó a la hora de no acudir ante los medios, porque no hubiese dado tiempo. Durante la charla, el delantero admitió que ha pasado momentos complicados. "Intento no exteriorizar que estoy mal, intento estar bien de cara a todo el mundo, aunque en algunos momentos pueda venirme abajo", admitió. Y, sobre todo, reconoció que su vínculo con el club se ha deteriorado sobremanera. "Al club ya le comuniqué que no me gustaba cómo se me estaba tratando. Creo que los mensajes de la prensa sobre mí en las renovaciones han sido muy malos. Eso no ha ayudado nada a que las cosas hayan ido por buen camino y las cosas se han torcido", admitió.

Tótem del equipo el curso pasado, el delantero solo ha disputado esta campaña 218 minutos en la Liga

El episodio, que se produce después de que el Athletic cayese el pasado sábado en el Santiago Bernabéu (5-1), alimenta el desencuentro entre el futbolista y el equipo vasco. La negativa de Llorente a renovar su contrato el pasado verano y su deseo expreso de abandonar San Mamés caló muy mal entre los dirigentes de la entidad y entre la hinchada, que abucheó al ariete y exhibió pancartas en su contra durante algunos entrenamientos.

Si el año pasado Llorente fue una pieza esencial en el engranaje del técnico Marcelo Bielsa –firmó 17 goles en la Liga, siete en la Liga Europa y cinco más en la Copa del Rey–, este año ha sido relegado a la grada, primero, y al banquillo, después, por el preparador argentino. En total, el artillero solo ha disputado 218 minutos en la Liga, en los que ha firmado una diana contra el Espanyol. En la Liga Europa su aportación se reduce a 123 minutos en cuatro partidos.

En la última cita liguera, el pasado sábado en el Bernabéu, el ariete jugó 45 minutos contra el Real Madrid. Saltó al terreno de juego, pero no logró perforar la portería de Casillas ni maquillar la abultada derrota de su equipo. No obstante, se llevó la cálida ovación de la grada que fue correspondida por el delantero. "Únicamente quise hacer un gesto de agradecimiento porque ellos también serán conscientes de que no lo estoy pasando bien. Como campeón del mundo y campeón de Europa con la selección, me he ganado el cariño de mucha gente y simplemente fue un gesto de cariño hacia mí, nada más", expuso.

Tras el duelo, se retrató con el meta blanco, que colgó la instantánea en su cuenta personal de Facebook. "La foto la hago después del partido, cuando compañeros míos me piden cambiar unas camisetas. Me acerco al vestuario, me quedo hablando con mis compañeros de la selección e Iker me pide hacer una foto, cosa que no me gusta mucho porque sabía lo que iba a pasar. Tampoco pensé que iba a ser para tanto. Si a alguien le ha molestado, pido perdón, pero son cosas que para nada tienen que ser relevantes", defendió.