Del Potro vale por dos

Cuando el argentino Juan Martín del Potro tumba 7-6, 4-6 y 6-3 al suizo Roger Federer en su último encuentro del Grupo B, completa un doble viaje: el de la eliminación de David Ferrer, que desde ese momento ya sabe que su posterior cruce con Janko Tipsarevic es intrascendente, y el de su propia recuperación como tenista con peso en los grandes escenarios. Antes hubo una lesión de muñeca (2010). Un paseo por el sótano de la clasificación, hundido más allá del número 480 del planeta (2011). Las dificultades para que ese enorme corpachón (1,98m y 97 kilos) recuperara los movimientos de los buenos tiempos. Siempre, la compañía del fantasma de Federer: tras derrotar al suizo en la final del Abierto de EEUU 2009, Delpo se anunció como el ogro del futuro, hasta que su muñeca dijo basta. El suizo se convirtió desde entonces en el termómetro de su recuperación. Le tumbó en siete duelos consecutivos, seis en 2012... hasta que Del Potro pudo con él en la final de Basilea y ayer en Londres. Dos victorias en 15 días. Un grito de unos segundos: tras levantar los brazos en la Copa de Maestros, el de Tandil chilló que se sentía como en 2009. Listo para ser uno más entre los pesos pesados del circuito.

He vuelto tras un problema serio como el de mi muñeca Juan Martín Del Potro

“Un pequeño récord, pero un récord muy duro de conseguir”, sonrió el argentino cuando se enteró de que era el primer tenista que derrotaba dos veces seguidas bajo techo a Federer en el último decenio. “Quizás, la razón de mi éxito bajo techo es que mi saque funciona muy bien y que la pista me ayuda a jugar intercambios cortos, a ser agresivo todo el tiempo. Para mi esquema, eso es una ventaja”, continuó el número siete mundial, al que beneficia competir bajo techo, porque este le protege del sol y del viento y le permite ahorrar energías con las que seguir alimentando las baterías que mueven su corpachón gigantesco. “Simplemente estoy feliz de volver a jugar al tenis tras el problema tan serio que tuve en la muñeca. Ahora tengo que trabajar para mejorar, para luchar por ganar los torneos del Grand Slam”, cerró Delpo, bronce olímpico en Londres 2012, aliviado por acortar finalmente las distancias con los mejores, por sentir que ya se parece al que era, y por saber que sus progresivos acercamientos al suizo —derrota en cinco mangas en Roland Garros 2012; derrota 17-19 en el tercer set durante los Juegos— le habían colocado definitivamente en el buen camino.

Granollers y López, que jugarán por La Ensaladera, llegan a semifinales

“No estoy sufriendo con mi saque, para ser sincero, mis problemas son con el suyo, con no conseguir romperle con mayor frecuencia”, le prolongó Federer, que sufrió su primera derrota en la Copa de Maestros desde 2009. “Esta derrota no tiene ningún peso en el torneo. Estoy decepcionado por Ferrer, por no darle la oportunidad de clasificarse tras protagonizar una temporada estelar... pero Del Potro se ganó la victoria. La derrota me decepciona más por Ferrer que en sí misma”.

El triunfo de Del Potro dejó sin semifinales al español, que venció en su duelo de la Copa de Maestros a Tipsarevic (4-6, 6-3 y 6-1), pero que ya no podrá superar a Rafael Nadal en la clasificación y acabar 2012 como el número cuatro mundial. El alicantino, que es el número cinco, asaltará ahora la final de la Copa Davis, contra la República Checa y en Praga (16-18 de noviembre). Junto a él viajarán desde Londres Marcel Granollers y Marc López, la primera pareja de doblistas españoles en la Copa de Maestros desde 1994, que ayer lograron el pase a semifinales del torneo final de temporada al vencer 6-4 y 6-2 a Qureshi y Rojer. Ahora se medirán con Marray y Nielsen por un puesto en la final. Àlex Corretja, el seleccionador, lo observó todo desde un banquillo, y sonrió: tras ver cómo Ferrer ganaba consecutivamente bajo techo los torneos de Valencia y París, y cómo sus doblistas derrotaban a los gemelos estadounidenses Bryan en Londres, el técnico hace cálculos de cara a la pelea por La Ensaladera, que se disputará en iguales circunstancias. Se compite en Praga, pero España ya se prepara en Londres.