El ritmo de Entrerríos

Fue al poco de volver de los Juegos, con el gol de Accambray en el último segundo retumbando todavía en su retina, aún “jodido, muy jodido” por cómo España había caído en cuartos ante Francia, cuando Valero Rivera llamó por teléfono a Alberto Entrerríos. Quería ver cómo reaccionaba el jugador después de haber prescindido de él para la cita olímpica. Rivera iba a viajar a finales de septiembre a visitar a su hijo e instó al asturiano a charlar. Pretendía decirle a la cara lo que, posteriormente, hizo público: “Eché mucho de menos a Alberto en los Juegos”. Esta mañana, en Sevilla, un mes y medio después de aquel encuentro, Alberto Entrerríos saltaba a la cancha del San Pablo de Sevilla como capitán de la selección española en el primer encuentro de clasificación para el Europeo de Dinamarca en 2014, en el que el combinado de Rivera ha arrasado a Portugal (34-20) y en donde el asturiano marcó seis goles.

“Valero no tenía por qué decirme que se equivocó, no era necesario, desde el primer momento le dije que estaba dispuesto a volver a la selección, sobre todo teniendo en cuenta que a la vuelta de la esquina hay un Mundial en España, que seguro será el último que juegue”, explica el jugador asturiano, quien también admite: “Evidentemente, es de agradecer, demuestra que me tiene aprecio”.

Que el Mundial se dispute en España el próximo enero ha añadido ilusión al regreso del jugador asturiano

La vuelta de Entrerríos aportará a la selección algo de lo que esta pecó en Londres: la templanza en los momentos claves de un partido, la fuerza psicológica, la experiencia, en definitiva, que puede trasladar un jugador de 35 años que lo ha ganado todo en el mundo del balonmano, y que, visto lo visto, tanto echó de menos en Londres. El hecho de que el Mundial se dispute en España el próximo mes de enero ha añadido un ápice de ilusión al regreso del jugador asturiano, que este año hizo las maletas rumbo a Nantes, donde ha sido recibido como una estrella y donde comparte equipo con los también internacionales Jorge Maqueda, Valero Rivera Folch, y con Borja Fernández.

El partido ante Portugal, que España solventó sin ningún problema, servía también para sentar las bases de lo que será el grupo para el próximo Campeonato del Mundo. Para Entrerríos se trata de un equipo “muy equilibrado: hay mucho trabajo hecho desde que Valero llegó al equipo, tenemos un estilo de juego de ataque muy marcado. Somos un grupo que trabaja con mucha intensidad, solo hay que ver los entrenamientos, que se viven como si fuera un partido”.

Valero no tenía por qué decirme que se equivocó, desde el primer momento le dije que estaba dispuesto a volver Alberto Entrerríos

Con su regreso, y el de Ángel Montero, el inmenso lateral del Barcelona, recuperado de una larga lesión, Rivera está a la espera de ver si podrá contar con Antonio García, del PSG, que cayó antes de este encuentro ante Portugal, o de su primer recambio, Carlos Ruesga, que también se lesionó y no pudo incorporarse al grupo, que el sábado disputará el segundo partido de clasificación ante Suiza.

Rivera no ha querido especular y se ha planteado estos dos partidos como algo más que un trámite, a priori. Sabe que hay que preparar una cita en la que España aspira todo. “Si siempre aspiramos a estar arriba, jugar en casa hace que tengamos objetivos muy altos”, admite Entrerríos, campeón mundial en 2005. Melómano empedernido, ante él tendrá su última oportunidad para marcar el ritmo, rockero, por supuesto, en un gran torneo.