“He ido al límite en cada carrera”
Márquez, feliz por lograr el título ante un rival fortísimo y después de un duro invierno sin pretemporada en el que se escudó en los suyos para sobreponerse a sus problemas de visión
Una caída hace poco más de un año en el circuito malayo de Sepang terminó con la remontada espectacular, casi imposible, de Marc Márquez, que iba directo a arrebatarle el título de Moto2 a Stefan Bradl el año de su debut en la categoría intermedia. No se rompió ningún hueso. Se lastimó la barbilla. Y se dañó un nervio óptico, lo que, finalmente se descubriría como una dolencia mucho más grave de lo que se pensó inicialmente. Se acabó su temporada antes de hora, pero también se quedó sin pretemporada, y el chico apareció, casi de milagro, en la primera carrera del año 2012 en Catar. Así que su primer recuerdo tras proclamarse campeón, por fin, de Moto2 fue para aquellos meses amargos y para la gente que no le dejó ni a sol ni a sombra.
“Gracias a mi equipo, a mi familia, me ayudaron mucho este invierno, que fue la parte más difícil de la temporada. Tras la lesión al principio no estaba preocupado, porque el doctor decía que en un par de semanas o tres recuperaría la visión, pero después de cinco meses empecé a preocuparme. No solo por el campeonato. Me era difícil estar feliz y mirar hacia adelante. Pero aquello me ayudó a madurar y a ser más fuerte psicológicamente. Cada día me levantaba y cuando abría los ojos pensaba en ver bien. Fue una alegría poder estar en Catar”. Y ganar. Porque el chico llegó si apenas haberse subido a su moto en un par de entrenamientos privado y ganó la primera carrera.
“Después del invierno que hemos pasado, seguir adelante y ser capaz de aguantar la presión hace que sea muy satisfactorio conseguir el título y más con el rival que hemos tenido”, afirmó. “Durante la segunda parte de la temporada Pol se ha mostrado muy fuerte con la Kalex, mientras que nosotros íbamos al límite en cada carrera. Pero he aprovechado la experiencia de lo que aprendí la temporada pasada: en Moto2 lo más importante es la consistencia”, seguía.
Tranquilo no estaba. El fin de semana no empezó bien
Pero, además de su regularidad, también suma su tozudez y sus destrezas a lomos de la moto. Pues también este domingo hizo oídos sordos cuando su equipo le marcó en la pizarra: P4, OK, es decir, que terminar en el cuarto puesto ya era todo un éxito. “He visto el mensaje. Y le he hecho caso hasta la última curva. Desde el muro se ven las cosas de manera diferente. Quería conseguir el título, pero también recogerlo en el podio. No me hacía ninguna gracia tener que celebrarlo en el garaje del equipo”, espetó él, pura osadía, con aquella sonrisa infantil que todavía aflora en su rostro.
Planificó la carrera desde la paciencia, pues no había tenido el mejor gran premio del año. Pero se la jugó en los últimos segundos, aunque, como siempre afirma, estaba seguro de que aquello le saldría bien: “Tranquilo no estaba. El fin de semana no empezó bien. Hemos ido cada día a remolque. Sabía que no tenía la mejor puesta a punto para ganar. He salido muy mentalizado, pensando en atacar en las primeras curvas, pero era demasiado riesgo seguir a Pol, se movía demasiado nuestra moto.Luego, cuando he sentido que venía West he frenado un poco para que me adelantara. A medida que ha ido avanzando la carrera iba pensando que tenía claro cómo pasar a Redding en la última curva e intentarlo luego con West aprovechando el rebufo”. Dicho y hecho. Solo le faltaron 65 milésimas de segundo para batir al australiano. Tuvo que conformarse con ser tercero. Y campeón del mundo. Ya lleva dos. Con el primero, el de 125cc, se presentó en la categoría intermedia. Y con el de Moto2 bajo el brazo aterrizará en el equipo oficial de Honda el año próximo.
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