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Vettel gana por cuarta vez consecutiva ante un Alonso heroico

El español realiza una carrera memorable, acaba segundo por delante de Webber y minimiza los daños de cara al Mundial Ahora está a 13 puntos del alemán

Alonso, Vettel y Webber en el podio
Alonso, Vettel y Webber en el podioPRAKASH SINGH (AFP)

La respuesta de Fernando Alonso a todos aquellos que creen que tiene el título perdido llegó en el circuito de Buddh. Él no va a rendirse y Ferrari tampoco. La victoria en el Gran Premio de India fue contundente para Sebastian Vettel, que se anotó el cuarto triunfo consecutivo y consolidó más aún su ventaja de cara al título: ahora le lleva ya 13 puntos al asturiano. Sin embargo, el doble campeón mundial español ofreció en Nueva Delhi una nueva muestra de su capacidad de conducción y de su espíritu de lucha. No solo no se rindió cuando vio que los dos Red Bull parecían inalcanzables para él, sino que luchó hasta el final como un león enjaulado, logró superar a Webber en la parte final de la carrera, y presionó hasta el último minuto a Vettel, esperando forzarle y buscando algún fallo suyo o de su coche.

La respuesta de Vettel fue brutal. Salió el primero sin problemas, comenzó a marcar vueltas rápidas desde el principio, se distanció de todos sus rivales casi de forma inmediata y condujo con una precisión y una solvencia que le acreditan como el doble campeón mundial que es. A sus 25 años, Vettel logró su 26ª victoria, la quinta de esta temporada, y parece ir como un cohete hacia su tercera corona mundial. Alonso es el único que puede pararle. Pero para ello sería necesario que Ferrari diera un paso más en la evolución de su coche. Él no puede dar más. Pero con eso no basta para superar a Vettel.

Alonso no se rindió cuando vio que los dos Red Bull parecían inalcanzables y luchó  como un león enjaulado

Ya en la clasificación se había hecho patente que el cambio en los compuestos de los neumáticos planteado por Pirelli para esta carrera restaría trascendencia a la batalla de las gomas. Si habitualmente eran un elemento fundamental para el diseño de las estrategias, esta vez la resistencia de los blandos era excesiva y permitió a los equipos plantearse una sola parada. “Creo que los han hecho demasiado duros”, dijo De la Rosa tras la clasificación. Lógicamente, esta circunstancia favoreció a los monoplazas que iban delante y, especialmente, a los dos Red Bull, que no encontraron dificultades para lanzar su ataque inicial y distanciarse de todos sus perseguidores, sobre todo de Alonso que les aguantó la embestida, sin la incertidumbre que siempre supone el paso por el taller para cambiar los neumáticos. Resuelta la única entrada al taller, la cuestión era comprobar cuál iba a ser el comportamiento de los duros en los Red Bull y los Ferrari.

La respuesta llegó pronto. Vettel se marchó con facilidad, marcando los tiempos más rápidos –casi medio segundo más veloz que Alonso-, para asegurarse una victoria incuestionable. Webber fue manteniendo un buen ritmo, marcando incluso alguna vuelta rápida, para evitar que el asturiano se le echara encima y le presionara, intentando provocarle algún error de conducción. La principal duda para el final de carrera era saber qué pilotos mantendrían en mejores condiciones sus neumáticos.

Ferrari demostró que puede competir con los Red Bull en ritmo de carrera

Y Alonso fue quien más los cuidó y quien les sacó mejor rendimiento. Los conservó al principio, dejando que Webber se confiara. Pero cuando lanzó su ataque, a 13 vueltas para el final, fue demoledor. Aprovechó la ventaja del RDS y el hecho de que el australiano tenía estropeado el KERS para asestarle un golpe definitivo en la 47ª vuelta y se fue distanciando de él de forma inexorable para asegurarse al menos la segunda posición. Vettel se había instalado ya en la cabeza de la carrera con comodidad y la ventaja de 11 segundos sobre Alonso era inalcanzable para el asturiano. Vettel ganó, pero el asturiano le plantó cara hasta el final y demostró que Ferrari puede competir con los Red Bull en ritmo de carrera. Su esperanza de poder luchar con Vettel por el título no es solo una ilusión. Hamilton y Button ocuparon la cuarta y quinta posición, por delante del segundo Ferrari, el de Felipe Massa.

Pedro de la Rosa, por su parte, realizó una salida espectacular y consiguió colocarse en 18ª posición. Pero estaba claro que aquello era un espejismo. Su Hispania no estaba para mantener aquel ritmo. Y ello se evidenció en las siguientes vueltas cuando comenzó a ser superado por sus rivales naturales –los de la cola de la parrilla- hasta quedar ubicado en la 22ª posición. Solo iba por delante de su compañero de equipo, Narian Karthikeyan. Sin embargo, un problema de frenos le llevó contra las vallas en la vuelta 45ª, sin dejarle ninguna posibilidad de continuar en carrera. Abandonó. Y la imagen de impotencia del piloto de Cardedeu volvió a quedar incrustada en su cara.

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