Newey se pone a tono

A Adrian Newey le encantan los retos, y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) le ha puesto este año uno de altura al director técnico de la escudería Red Bull, creador de todos los monoplazas de la escudería energética desde el RB3 que participó en el Mundial de 2007 y hasta el actual RB8 que conducen Sebastian Vettel y Mark Webber. Esta vez, al ingeniero británico le ha costado seis meses de trabajo, pero finalmente parece que ha dado con la tecla adecuada y ha encontrado el equilibrio idóneo del monoplaza de esta temporada. La prohibición del uso de los difusores soplados por parte de la FIA fue un ataque directo al bajo vientre de Red Bull, la escudería que mejor aprovechaba este sistema que le ofrecía al coche un extra de carga aerodinámica, uno de los parámetros más decisivos en la F-1 actual.

Después de un inicio de curso un pelín titubeante, Vettel ya vuelve a hacer de las suyas y cada vez se parece más a aquel chaval con cara de empollón que el curso anterior pasó el rodillo subido a un avión que volaba bajito. Entre él y Webber firmaron unos números asombrosos gracias al potencial del RB7, considerado por la mayoría de sus rivales como el prototipo más dominante de la historia. Aquel aparato se llevó 12 grandes premios de 19 con tres dobletes incluidos, todas las poles menos una (en Corea fue para Hamilton), monopolizando la primera línea en siete ocasiones.

La mejora de este coche no solo se debe al DRS, sino más bien al trabajo que se ha hecho en las últimas semanas en todas sus áreas" Vettel

Aunque las estadísticas del monoplaza actual en lo que llevamos de Mundial no son tan reveladoras como las de su predecesor, los últimos acontecimientos vaticinan un final de temporada de dominio de Red Bull, a la espera de que algún problema de fiabilidad pueda atacar a la estructura de Milton Keynes como ya le ocurrió en Valencia (abandono de Vettel) y en Monza (de la dupla al completo). Hasta ahora, el RB8 suma seis triunfos de 16 posibles, un doblete conseguido este pasado fin de semana, en Corea, y dos primeras líneas al completo. Los tres plenos de Vettel consecutivos en las últimas tres citas confirman que Newey se ha puesto a tono. Además de darle al coche la carga aerodinámica que le faltó en el arranque del campeonato, el coche también incorpora el doble DRS, un sistema instalado en el alerón trasero que supone una ganancia de alrededor de 10 kilómetros hora de velocidad punta, precisamente, el punto más débil de las que hasta ahora habían sido sus apuestas.

“La mejora de este coche no solo se debe al DRS, sino más bien al trabajo que se ha hecho en las últimas semanas en todas sus áreas”, afirma Vettel, nuevo líder de un Mundial que se jugará con Fernando Alonso. “La mejor arma de Red Bull es el coche, aunque nosotros contamos con el mejor equipo”, le responde el asturiano. “Hemos estado tratando de entender todos los cambios que se han producido en el reglamento durante todo el año”, asevera Christian Horner, director de la escudería de la marca de bebidas. “Hemos trabajado al máximo desde la carrera inaugural, en Australia, pero hasta ahora no lo hemos conseguido”, confirmando la que puede convertirse en la peor de las pesadillas de Ferrari y Alonso, que en cuatro carreras ha perdido 45 puntos y la batuta de un campeonato que cada ves se parece más al pasado.