Yamaha pone en jaque al reino de Honda

Siempre se dijo que el circuito japonés de Motegi, enclavado entre verdes montañas repletas de bambú, en una zona eminentemente rural en el distrito de Kantu, era territorio Honda. No en vano la casa de motocicletas es la propietaria del trazado y en sus instalaciones se levanta un majestuoso museo con piezas como el fórmula uno que pilotó el mítico Ayrton Senna o el puñado de motos que llevaron a Rossi a la gloria. Además, es el banco de pruebas de la fábrica alada, de modo que sus máquinas pueden amoldarse mejor que ninguna otra a sus características. Es uno de esos circuitos llamados de stop-and-go, es decir, de fuertes frenadas y grandes aceleraciones, ideal para una Honda; y también de cambios de dirección muy rápidos, ideal para pilotos como Dani Pedrosa, que ya ganó en este trazado el año pasado. Pero la llegada de las motos de 1.000cc, más pesadas, ha igualado las cosas.

Con las 1.000cc este circuito tiene algunas cosas que siguen favoreciendo a las Honda, pero otras que benefician a Yamaha" Dani Pedrosa

Si el año pasado hubo cuatro pilotos con una Honda comandando los primeros entrenamientos libres del fin de semana –con Pedrosa a la cabeza seguido de Stoner, Dovizioso y Simoncelli (Lorenzo era quinto, aunque terminaría la carrera en segundo lugar)–, en este solo hay dos Honda entre las seis primeras motos con mejores tiempos. Sigue liderando la tabla Pedrosa, pero le siguen a solo una décima Lorenzo y Dovizioso, ahora con Yamaha; Bradl, también con Honda, aunque algo más lejos; Rossi y Spies, terminaron por delante de, eso sí, un todavía renqueante Stoner; y también por delante de Bautista, la otra RC213V de la parrilla. “Con las 1.000cc este circuito tiene algunas cosas que siguen favoreciendo a las Honda, pero otras que benefician a Yamaha. Por ejemplo –explica Pedrosa–, en aceleración la moto se levanta mucho más de delante y tardas más en completar la recta, el peso se nota”. Además, “el cambio de asfalto realizado para este año, al proporcionar más agarre, también beneficia particularmente a Yamaha”, añade el piloto de Honda, quien, aun así, fue capaz de arrebatarle a Lorenzo el mejor tiempo del viernes en los últimos minutos de la segunda sesión.

También el mallorquín, que ya ganó en Japón en 2009, asume que con la nueva MotoGP se siente mucho más cómodo en casa del rival de lo que se sentía hace un año: “Vamos mucho mejor”, asume, al tiempo que reconoce también haber mejorado algunas cosas que fallaron en Aragón, durante el último gran premio: “Ahora vuelvo a frenar más tarde. Lo que más me preocupa es el ritmo de carrera, pero estoy fuerte. Creo que puedo optar a la victoria. Habíamos perdido el camino en las últimas carreras, pero lo hemos vuelto a encontrar”, alegó. Sabe que se juega el campeonato y aunque el regreso de Stoner a las pistas puede contar a su favor, no se confía.

El australiano completó un buen primer día de entrenamientos después de haber estado parado casi dos meses desde que se fracturara el tobillo durante el GP de Indianápolis a mediados de agosto. Terminó séptimo a nueve décimas de su compañero Pedrosa, pero con buenas sensaciones: “Es demasiado pronto para decir de lo que voy a ser capaz en esta primera carrera; esperaba que mi pie estuviera mejor, pero estoy seguro de que mi cuerpo responderá mejor mañana”, indicó el australiano.