Resucita Kaká y machaca Cristiano
Las dos estrellas lanzan al Madrid ante un tierno Ajax (1-4), al que dio vida un rato por un error a balón parado
Solo un despiste ya genético, la defensa a balón parado, quitó autoridad al Madrid, que dio vidilla al Ajax durante 20 minutos. El resto del partido fue un festín madridista, liderado por un sobresaliente Kaká, enganchado a un estupendo Benzema y culminado por ese bicho que es Cristiano, que anotó en Ámsterdam el primer hat-trick de su carrera en la Champions y el segundo en una semana, tras el sellado ante el Deportivo. Así llega CR al clásico. Y con Kaká alistado.
Frente a un equipo con aire de recreo, hasta la caraja en el gol holandés, el conjunto español solo dio protagonismo a Vermeer, sometido a una batería de remates. De él se colgó el Ajax para evitar una paliza, la que sí recibió en el juego. El Ajax, al que el fútbol tanto patrimonio le debe, hace años que perdió pujanza. Pocos clubes han pagado tanto por la diáspora Bosman. Hoy tan solo le alcanza para, de vez en cuando, brindar en el débil campeonato nacional. Para su evidencia, el Madrid le ha torturado en las tres últimas temporadas (0-4, 0-3 y 1-4). La brecha abierta entre estos dos clásicos del fútbol europeo es sideral. Anoche, otro capítulo.
AJAX, 1 - REAL MADRID, 4
Ajax: Vermeer; Van Rhijn, Alderweireld, Moisander, Blind; Poulsen (Sporkslede, m. 68), Eriksen; Babel (Lukoki, m. 80); Siem de Jong, Boerrigter; y Tobias Sana (Hoesen, m. 65). No utilizados: Cillessen; Veltman, Dijks y Schöne.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Essien (Khedira, m. 77); Callejón (Di María, m. 61), Kaká (Özil, m. 74), Cristiano; y Benzema. No utilizados: Adán; Varane, Modric e Higuaín.
Goles: 0-1. M. 42. Cristiano. 0-2. M. 48. Benzema. 1-2. M. 56. Moisander. 1-3. M. 79. Cristiano. 1-4. M. 81. Cristiano.
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a Essien.
Unos 50.000 espectadores en el Ámsterdam Arena.
Para sosiego de la entidad, que bien lo necesita, Mourinho contó con Sergio Ramos, titular y en su puesto de central. Y para alegría presidencial, el técnico portugués invirtió en Kaká, que respondió al guiño con un gran partido. El brasileño, al que los jovenzuelos del Ajax fueron incapaces de detectar, fue el gran agitador ofensivo del Madrid, a un dedo del gol en varias jugadas y excelente como arquitecto, casi siempre con el pase adecuado, con chispa para descolgarse en los espacios libres, donde Xabi Alonso, con todas sus luces, le encontró en varias ocasiones.
Al hilo de Kaká, el equipo español estranguló a su oponente, limitado a sobar la pelota entre sus centrales y el portero. Solo en ese triángulo pudo jugar el Ajax, al que cruzar de campo le suponía un esfuerzo agónico. La infinita superioridad de Pepe y Ramos sobre sus delanteros no solo le dejó a la intemperie, sino que permitió que Marcelo y hasta Arbeloa fueran más extremos que laterales. Un banquete para el Madrid, al que solo se le resistió el primer tanto, peajes del fútbol, tan caprichoso a veces que no legitima con goles al mejor. Hasta que, al borde del descanso, Benzema arrancó por el costado izquierdo, alcanzó el área, sacó de rueda a dos defensas y sobre la raya devolvió la pelota al punto de penalti, donde llegaba Marcelo como un tiro. Un rechace de un zaguero hizo que la pelota cayera a los pies de Cristiano, de frente a la red y a menos de cinco metros. El gol no solo culminó el buen primer tiempo del Madrid, no solo abrió la cuenta de CR. La jugada partió de un birle de Marcelo en el eje. El lateral brasileño acudió al quite con esa intensidad con la que habitualmente se emplea el Madrid.
Con la misma partitura del inicio, nada hacía presagiar que el Madrid acabaría con sofocos. Y menos cuando Benzema dejó un gol de antología por la dificultad y la plasticidad de su fantástico remate. La acción comenzó con un descorche de espuela del propio ariete francés, que con el taco dejó la pelota para la llegada de Marcelo. La jugada se orientó hacia el otro costado, donde apareció Kaká, que descargó el balón al área con una rosca sutil y precisa. Benzema se pasó de largo, pero rectificó con una chilena imponente. Una suerte que se desconocía en el francés, que no es Falcao cuando rastrea el área, que no es un bombardero. Su relación con el gol es más angelical.
El portugués sella el primer triplete de su carrera en ‘Champions’, el segundo en cuatro días
Con el Madrid en plenitud, con gobierno en todas las zonas del campo, sin un rasguño de su rival y con la goleada a fuego lento, llegó lo imprevisto. Por mucho que la defensa a balón parado sea una de sus pesadillas más constantes, tampoco el Ajax tiene fuerza de choque en esas jugadas. En un córner, Moisander, un central con talla, cabeceó en el área pequeña ante el flequillo de Casillas, que midió mal la salida, con Essien atolondrado. Un desastre defensivo.
De repente, el Ajax sintió que estaba en el partido, el Madrid se angustió y durante 20 minutos el partido tuvo trama. Lo que tardó Cristiano en ser Cristiano. Con Benzema por el medio, con el que conectó muy bien dos veces, el portugués enroscó la pelota en la red por abajo, combada, imposible para Vermeer, rendido también ante el inmediato enfrentamiento con CR. Él puso toda la lógica a un encuentro que, a buen seguro, provocará unas horas extras de ensayos en Valdebebas, donde no funciona el laboratorio para neutralizar al rival cuando la pelota vuela hacia Casillas.
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