El futuro del Camp Nou, a referéndum

La asamblea de compromisarios del FC Barcelona, reunida ayer en el Palau de Congresos de Catalunya, aprobó las cuentas presentadas por la junta directiva que preside Sandro Rosell y aceptó delegar en todos los socios de la entidad la decisión sobre el futuro del Camp Nou, llegado el caso, con un referéndum. Los asistentes, que alcanzaron la cifra de 1.013 socios compromisarios, el 22% de los convocados (4.599), también supieron, por boca del vicepresidente económico, Javier Faus, que llevó el peso de la asamblea, el compromiso del consejo de no subir el precio de los abonos —más allá de lo que marque el IPC— durante el resto de su mandato. La asamblea fue la más plácida de las tres celebradas bajo la presidencia de Rosell.

Llegado el momento de explicar el plan estratégico del club —se reconoció que la fundación del Barcelona tiene problemas para visualizar su contenido—, apareció el tema más trascendental: el futuro del Camp Nou. Faus puso como ejemplos los estadios de Múnich, el olímpico de Pekín, el Donetsk Arena y el nuevo Wembley para justificar la inequívoca voluntad del club de proceder a un salto cualitativo en la excelencia patrimonial. “El Camp Nou se puede reformar o se puede construir un nuevo estadio”, explicó Faus después de valorar positivamente el proyecto de Norman Foster, encargado por el expresidente Joan Laporta. “El único problema es que para financiar la remodelación se preveía vender unos palmos cuadrados de terreno y se financiaba con una venta inmobiliaria. Y, además, no se presentó al socio”, remachó tras admitir que la entidad pagó a Foster 1.030.000 euros por la propuesta, que no se llevó a cabo.

“Defenderemos el derecho de los pueblos a decidir su futuro”

La asamblea se abrió con el preceptivo discurso del presidente, “un hombre de hechos y no de palabras”, como se demostró con un parlamento apoyado en varios vídeos sobre sentimientos que apenas emocionó. A cambio, Sandro Rosell, arrancó el aplauso de los socios al final de su intervención:

“El Barça es un club catalán y catalanista… orgulloso de su pasado. Ante el contexto que vivimos quiero decir bien claro que la institución siempre será fiel a su historia y a sus convicciones. Siempre defenderemos nuestras raíces y el derecho de los pueblos a decidir su futuro. Que quede clarísimo. Somos el Barça, somos parte de la sociedad catalana y siempre defenderemos la voluntad de la mayoría de nuestro pueblo, respetando por supuesto a las minorías. En el Barça siempre nos hemos abierto al mundo, pero queremos que nos entiendan y acepten tal como somos: catalanes. Siempre defenderemos el derecho de los pueblos a decidir su futuro. Visca el Barça i visca Catalunya!”.

El vicepresidente Jordi Cardoner añadió después: “Agradezco a los socios de fuera de Cataluña su comprensión por el hecho diferencial catalán”.

Faus advirtió que la remodelación del Camp Nou costaría un mínimo de 300 millones, mientras que la construcción de un nuevo estadio supondría una inversión de al menos 600. “La deuda actual es de 330 millones”, subrayó. “Y no haremos nada sin tener claro el plan y sin reducir la deuda por debajo de 200. No tendremos el resultado de los estudios encargados al respecto antes de dos años”. El directivo aclaró que un nuevo estadio no se empezaría a construir antes de 2020 y que, bajo ningún concepto, el plan inmobiliario entorpecería la marcha deportiva del club: “Ya nos pasó en 1957 \[cuando se pasó de Les Corts al Camp Nou\] y estuvimos 20 años sin ganar”.

La propuesta de la directiva, que parecía un trámite, se complicó por la confusa intervención del portavoz Toni Freixa. Tuvo que tomar la palabra Rosell para explicar el tema, “como si estuviéramos haciéndolo a la gente del pueblo jugando a la botifarra”, de acuerdo con sus palabras. Los compromisarios entendieron al presidente y aprobaron la necesidad de que el futuro del campo se decida en su momento con un referéndum por 490 votos a favor, 34 en contra y 26 en blanco.

Los compromisarios aprobaron también las cuentas de la pasada temporada —724 votos a favor, 13 en contra y 22 en blanco—, que presentan un superávit récord de 48,8 millones de euros —29,1 más de lo presupuestado— y las previsiones para la temporada 2012-2013, que incluyen un presupuesto de 470 millones y 28,9 de beneficio. “Es un presupuesto realista y prudente”, afirmó el director general, Antoni Rossich. Los socios aprobaron la propuesta por 773 votos a favor, 18 en contra y 15 abstenciones.

Además, la directiva informó de que el club ha perdido 6.000 socios para situarse en 169.000; cuenta con 350 millones de aficionados en el mundo; es el que más seguidores tiene en las redes sociales, con 50 millones, y la media de espectadores en el Camp Nou es de 75.800 aficionados: ha bajado la asistencia el 5% y a cambio han aumentado a 47 millones los ingresos por venta de entradas.

“Fuera hace frío, pero aquí estamos bien”, proclamó Rosell, que navegó en una balsa de aceite. La asamblea quedó en manos de Faus después de un discurso inicial del presidente en el que calificó el balance “de excelente con los números y de matrícula de honor en sentimientos”. Rosell solo fue exigido muy al final, en los ruegos y preguntas, cuando le preguntaron por sus negocios en Brasil y por la acción de responsabilidad contra Laporta: “Está estancada en los tribunales”, respondió el presidente, que llegó durante el descanso al Camp Nou.