El gol estaba en Corea
El debutante Park da la victoria (2-1) a un Celta superior ante un Getafe inconstante
Juega bien y bonito el Celta, con un punto de candidez que cabe achacar a la media de edad de su plantel y que se regula gracias a la aportación de veteranos de rendimiento irreprochable como Bermejo o Oubiña, pero son bastantes los partidos en los que necesita una buena ristra de ocasiones para cantar gol. Ayer andaba en esas, falto de concreción, hasta que en la segunda parte cazó una contra y luego, tras el empate del Getafe, saltó al campo el coreano Park. La primera pelota que tocó la envió a la red, el tanto de la victoria, el debut soñado en Vigo o en Seúl.
CELTA, 2 - GETAFE, 1
Celta: Javi Varas; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Borja Oubiña, Álex Lopez (Toni, m. 83); Augusto Fernández, Bermejo (Park, m. 65), Krohn-Dehli; y Iago Aspas (Insa, m. 81). No utilizados: Sergio, Jonathan Vila, Bustos y Bellvís
Getafe: Moyà; Valera, Lopo, Alexis, M. Torres; Míchel (Lacen, m. 45), Xavi Torres; Pedro León (Alcácer, m. 73), Barrada, Diego Castro; y Álvaro (Colunga, m. 64). No utilizados: Codina, Abraham, Lacen, Sarabia, Colunga y Alcácer.
Goles: 1-0. M. 56. Augusto Fernández. 1-1. M. 58. Barrada. 2-1. M. 67. Park.
Árbitro: J. A. Teixeira Vitienes. Amonestó a Roberto Lago, Lopo, Alexis, Míchel.
Balaídos. 15.000 espectadores
Venció el Celta porque además su rival sólo se activó cuando se vio en desventaja, superado de inicio por la exhibición de Iago Aspas, que ejerció de hombre orquesta para liderar a su equipo. En ocasiones su incontinencia verbal le caricaturiza, pero la futbolística le retrata como un futbolística mayúsculo capaz de trabajar desde variados terrenos. Sobre la pizarra le sitúa Herrera como referencia más adelantada en ataque, pero al primer cuarto de hora ya había generado dos ocasiones trabajando como extremo derecho y mediapunta. Al descanso su equipo había cometido nueve faltas, seis habían sido suyas, del delantero. Claro que a Aspas le acompaña como pocos Mario Bermejo. La comparación debe de salvar distancias de tiempo y nivel pero son algo así como lo que en su día fueron Bebeto y Claudio en el Deportivo. Bermejo se faja en la primera línea de presión, pero cuando su equipo tiene la pelota ofrece soluciones casi siempre de espaldas al marco. Y aún así llega a posiciones rematadoras. Si además marcara seguramente no estaría en el Celta. Ayer tuvo varias. Marcó Park, que acababa de suplirlo. Hay un punto de ingratitud en ello, pero también una segunda lectura: el coreano jugó ante una zaga que había sido exigida al máximo durante más de una hora.
Porque fue tras el descanso cuando el Celta fue más incisivo. Había tenido un punto de paciencia más que otras veces, con un perfil más elaborador y menos punzante que en otros partidos, con una escasa producción por los flancos. Pero fue justo cuando emergieron Augusto y Krohn-Dehli cuando se desbloqueó todo. Juntos fabricaron el gol en una gran jugada del danés, que fue de menos a más. El Getafe reaccionó furibundo. Varas sacó un remate de Diego Castro antes de que el pontevedrés habilitara a Barrada para empatar. Con el partido en el alambre salió Park marcó y le dio un nuevo aire al ataque celeste. Tuvo el segundo tras un sombrero y zurdazo, mostró, en fin, credenciales diferentes a las de sus compañeros, seguramente complementarias. Y eso para el Celta y sus necesidades ofensivas es la mejor de las noticias.
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