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Juegos olímpicos 2012 | natación

Australia investiga el comportamiento de sus nadadores en Londres

Fiestas, novatadas, acoso e ingesta de productos alucinógenos, pudieron mermar en el rendimiento del equipo que firmó su peor participación en unos Juegos desde Montreal 1976

El equipo australiano muestra su único oro, en 4x100m libres, en Londres.
El equipo australiano muestra su único oro, en 4x100m libres, en Londres.TOBY MELVILLE (reuters)

Fiestas, novatadas, bullying y Stilnox (hipnótico para el tratamiento del insomnio). Aunque parece el título de un thriller, se trata de las actividades a las que parece que se dedicó el equipo australiano de natación durante la competición olímpica, que firmó en Londres su peor participación en unos Juegos desde Montreal 1976. Así lo dejó ver Kevin Neil, director ejecutivo del equipo nacional de natación de Australia, en una entrevista al Herald Sun, periódico digital del país oceánico. Neil se declaró máximo responsable del debacle olímpico en natación, al tiempo que rompió su silencio en cuanto a los rumores que apuntaban la falta de disciplina de los nadadores australianos, como causa principal de su bajo rendimiento en Londres.

Neil reconoció que hacia el final de los Juegos, fue informado de que durante las dos semanas de competición, hubo “problemas de comportamiento que iban más allá de bromas y novatadas” y aseguró que estaban siendo investigados. Pero la cosa no queda ahí. También hay sospechas de que algunos de los nadadores sufrieron acoso por parte de sus compañeros durante su estancia en Manchester (sede de las delegaciones de natación durante los Juegos) y serios indicios sobre la ingesta de Stilnox por algunos de los miembros del equipo. Neil prometió que el tema se investigaría a fondo y que, de confirmarse estas acusaciones, se llevaría a los tribunales.

Nos hemos obsesionado con el oro y otras medallas han perdido su valor. Cate Campbell, oro en 4x100m

Este comportamiento, más propio de unos estudiantes de un colegio mayor que de deportistas de élite, ha emborronado el palmarés de una de las mayores potencias de natación del mundo. Australia abandonó Londres sin una sola medalla de oro individual en la maleta, algo que no sucedía desde los Juegos de Montreal, hace 36 años. El país oceánico logró 35 medallas en Londres, de las que solo 10 fueron en natación (una de oro en 4x100m libres, seis de plata y tres de bronce). Nada que ver con los 18 metales conseguidos en natación cuatro años antes en Pekín, de los que seis fueron oros (cuatro de ellos individuales), seis platas y seis bronces.

El oro individual no llegó y las críticas no tardaron en aflorar. Algunos de los nadadores olímpicos se excusaron y alegaron que habían sucumbido a la presión de los Juegos. “No estábamos preparados para las expectativas y para la presión y la experiencia de los Juegos Olímpicos y, desgraciadamente, es un mal momento para aprender lecciones", declaró el especialista en estilo libre, Eamon Sullivan, al término de la cita londinense; "los chicos jóvenes leen los medios y les llega al corazón y esto puede afectar de verdad a su estado emocional y hace más complicado rendir cuando sientes que todo el mundo está en tu contra”. Cate Campbell, una de las nadadoras que lograron el oro en el equipo de relevos, aseguró: "Nos hemos obsesionado con el oro y otras medallas han perdido su valor".

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